La creación de universidades públicas no es algo nuevo. De hecho, el país tiene experiencias exitosas en la materia. Por esa razón, uno de los primeros objetivos incluidos en el Plan de Trabajo fue la de conocer otras experiencias en el ámbito nacional y el ámbito internacional.

A nivel nacional, nuestra primera visita fue al Instituto Superior para la Defensa (INSUDE), que funciona al interior del Ministerio de Defensa de la República Dominicana. El 8 de abril de 2022 realizamos la reunión pautada con anterioridad. Con esta entidad tuvimos cuatro encuentros. Primero sostuvimos una reunión con el rector, el general Ovalles; sus vicerrectores, sus decanos y algunos directores claves. Nos explicaron el modelo educativo, su estructura, los planes de trabajo que están realizando y sus perspectivas. Los cuerpos del aire, mar y tierra ellos lo denominan facultades. El 18 de mayo visitamos a la Armada, con cuyo personal habíamos tenido una reunión en marzo de 2022; al Ejército y a la Fuerza Aérea. Hicimos preguntas sobre la formación de sus hombres, el funcionamiento de sus escuelas, la evaluación docente, el reclutamiento, entre otras muchas cosas que surgieron en el diálogo.

Otra institución que también visitamos fue al Instituto Superior de Formación Docente Salomé Ureña (ISFODOSU). Esta institución, perteneciente al Ministerio de Educación (MINERD), es un ejemplo de organización en todos los sentidos. Sus egresados, cuando concursan para los puestos docentes, son los que obtienen las mayores notas.

También decidimos conocer experiencias internacionales. Nuestra atención se concentró en varias experiencias. Hemos querido conocer lo que se está haciendo en Estados Unidos, especialmente Nueva York y Miami, que son los lugares con más influencia de los latinos. Roberto Santana hizo una primera visita a la escuela de Nueva York, a mediados del mes de junio 2021, y próximamente iremos a conocer la experiencia de Miami. Hemos visitado Colombia, especialmente la ciudad de Bogotá, cuya reforma policial comenzó hace más de 20 años, y ahora están en un nuevo proceso de reforma. Este viaje se realizó a inicios del mes de marzo de este año. De hecho, existe el Plan Triangular (República Dominicana, Estados Unidos y Colombia) el cual consiste en transferencia de experiencia y capacitación. El equipo de la Transformación Educativa de la PN está siendo asesorado por el general Luis García, uno de los principales actores de la reforma educativa policial en Colombia. En junio de este año otro grupo visitó Honduras, uno de los países con una de las mayores tasas de homicidio en América Latina. Esta situación, llevó al Estado hondureño, hace ya diez años, a aliarse con la sociedad civil para realizar la transformación policial. Hoy día cuenta con una universidad para formar a sus agentes con un alto perfil académico.

También se ha tenido contacto con Brasil, y en los próximos meses esperamos conocer la experiencia de España.

¿Qué hemos aprendido de estas visitas? Mucho. El proceso de transformación no es fácil ni puede hacerse con prisa, pero sí con paso firme y decidido. Durante los procesos de diálogo con los diferentes actores nacionales y extranjeros, hemos podido constatar las grandes dificultades que implican la transformación, porque hay un componente cultural que no es fácil cambiar.

Un elemento importante que ayudó a Colombia y a Honduras es que ha habido una continuidad de Estado, a pesar de los cambios de Gobierno. En el caso del pequeño país centroamericano, es que, ante la situación que ahogaba a la población, se firmó un pacto en el que los partidos y la propia sociedad civil se comprometían a continuar apoyando el proceso de transformación de la Policía. Se convirtió en un proyecto de nación.

En el caso de Colombia, la situación con la guerrilla y el narcotráfico, la necesidad no solo para el país, sino para los Estados Unidos, la transformación policial era un imperativo. Durante estas más de dos décadas los diferentes Gobiernos han respetado el proceso. Hoy exhiben una Universidad Policial con todas las de la ley, y es tanto su desarrollo, que son asesores en la mayoría de los países en América Latina que han iniciado sus procesos de transformación. Había cierto temor con el nuevo Presidente, pero las dudas se disiparon de una vez, porque el mandatario dijo que también apoyaba la continuación de la reforma policial en Colombia.

Ratificamos que la verdadera transformación de la Policía, en cualquier país del mundo, debe sustentarse en el proceso educativo. Sin educación, no hay cambio de cultura, ni de actitudes. Pueden mejorarse las condiciones físicas y de equipamiento, pero si no está acompañado de un proceso educativo transformador no se logrará una reforma, mucho menos una transformación de la Policía.