La reina Isabel II celebró este sábado su cumpleaños “oficial” con una ceremonia militar reducida pero vistosa en el castillo de Windsor, su residencia a las afueras de Londres, debido a las restricciones por la pandemia de coronavirus.
Acompañada por su primo Eduardo, duque de Kent, la soberana, quien cumplió 95 años el 21 de abril, asistió al desfile militar conocido como “Trooping the Colour” (desfile del estandarte) en el cuadrilátero enfrente del castillo, en el que participaron la compañía de Guardias escoceses, caballería y músicos.
A la llegada de la reina, quien el viernes se reunió en Cornualles (suroeste de Inglaterra) con los líderes del G7, sonó el himno nacional, tras lo cual Isabel II presenció la ceremonia, en la que se mantuvo la distancia social por el coronavirus, desde una carpa instalada para la ocasión.
Para finalizar, hubo una salva de 41 cañonazos y los aviones acrobáticos “Red Arrow” de la Real Fuerza Aérea (RAF) británica efectuaron su tradicional vuelo dejando un rastro de humo rojo, blanco y azul.
Los monarcas británicos tienen “dos cumpleaños”, el verdadero y otra celebración oficial que tiene lugar normalmente en Londres el segundo sábado de junio, una tradición instaurada en 1748 para facilitar un festejo público con mejor clima.
El Trooping the Colour se remonta al siglo XVII, aunque la tradición de hacerlo coincidir con el cumpleaños del monarca de turno comenzó con Jorge II en 1748. El rey, nacido en noviembre, considero que ese mes haría demasiado frío para que los soldados desfilaran. Entonces decidió hacerlo coincidir con el Trooping the Colour en junio. Desde entonces, los monarcas del Reino Unido tienen la opción de tener un cumpleaños oficial además del privado.
En 2020, el Trooping the Colour fue también un evento más reducido celebrado inusualmente en Windsor, donde la monarca residió durante el confinamiento impuesto por la pandemia de coronavirus.
El de este sábado es el primer cumpleaños oficial que Isabel II celebra sin la compañía de su marido, el príncipe Felipe, duque de Edimburgo, fallecido el pasado 9 de abril a los 99 años, doce días antes de su verdadero aniversario. También estuvieron ausentes sus familiares más cercanos.
La familia real, encabezada por la reina, recibió el viernes en un evento formal en la región de Cornualles a los dirigentes del G7, las siete economías más desarrolladas, que celebran una cumbre en Carbis Bay, con la presencia del presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
Antes de asistir a la cena en el conocido Proyecto Edén, un espacio donde se recrean diversos climas del planeta, la monarca británica presidió una fotografía conjunta de los mandatarios del grupo de democracias industrializadas.
El primer ministro británico, Boris Johnson, y el presidente francés, Emmanuel Macron, flanqueaban a la Reina en la primera fila del grupo, mientras que la canciller alemana, Angela Merkel, y Biden se situaron en los extremos. El mandatario estadounidense, quien asiste a la primera cita internacional desde que accedió a la Casa Blanca, es el 13° presidente de EEUU con el que ha coincidido la soberana británica.
Biden y su esposa Jill serán recibidos por Isabel II en una ceremonia oficial el domingo también en Windsor, cuando habrá otro desfile y tomarán el té con la soberana.