Desde marzo de 2020 la Reserva Federal de Estados Unidos ha mantenido los tipos de interés entre 0% y 0.25%, motivando al inversor que busca mayor rentabilidad en las Bolsas a multiplicar sus compras y con ello ayudar a inflar los precios.
Como se sabe las ganancias extraordinarias en las Bolsas duran poco, al final se reducen porque la Reserva Federal sube los tipos de interés para reducir la inflación, el inversor lo esperaba la semana pasada, pero el Banco Central estadounidense decidió no acelerar el proceso, mantuvo que aumentara los intereses tres veces en 2022, comenzando en marzo, aunque aprobó un mayor ritmo de reducción de las compras de deuda.
La decisión se debió a las muchas incertidumbres alrededor de las causas de la severa inflación que azota el mundo y que reduce el poder de compra de las familias.
No hay certeza de si es por recalentamiento de la economía y del consumo por la inyección masiva de estímulos monetario y fiscal, o es, principalmente, por la congestión de las cadenas de suministro por la pandemia y el encarecimiento del petróleo.
Si tratara de lo último y la Reserva Federal encarece el dinero con petróleo caro, el barril West Texas Intermediate subió 16% desde US$75.21 a final de 2021 a US$87.31 el pasado viernes, la economía de Estados Unidos y las principales del mundo podrían entrar en inflación con estancamiento, sucedió en la década de los ochenta, el escenario sería peor.
Resumiendo, las tasas de inflación y crecimiento mundial en 2022 dependen del petróleo caro, podría mantenerse durante el año por el conflicto Rusia-Ucrania y la negativa de la OPEC de aumentar el bombeo, y de la subida de los intereses a partir de marzo.
Las implicaciones para nuestra economía
El encarecimiento del petróleo engordará nuestra factura petrolera, el presupuesto del Gobierno para este año se preparó con un precio medio de US$462.70 el barril West Texas Intermediate.
Si terminamos pagando US$70 y como de media consumimos 180 mil barriles al día de petróleo y derivados, adicionalmente se encarecerá la factura petrolera en US$480 millones. Podría ser peor, en US$800 millones si pagamos un precio medio de US$75.
El temor es que el aumento de los intereses en marzo y la retirada de estímulos monetarios por parte de la Reserva Federal y el Banco Central Europeo, combinados eleven y mucho el costo del financiamiento para la economía estadounidense y el resto del mundo.
Debemos ser precavido. Como el presupuesto general del gobierno dominicano prevé un financiamiento total de RD$284,079 millones, de los cuales RD$109,284.6 millones para amortizar deudas y reducir pasivos y RD$174,794.8 millones para financiar el déficit financiero del presupuesto, lo recomendable es aprovechar los bajos intereses que prevalecen para gestionar el mencionado financiamiento total de 2022, después de marzo las condiciones podrían ser peores.
En cuanto a la inflación general, por encarecimiento del petróleo y los intereses, nuevamente los precios importados serán determinantes.
Significa que nuestra inflación subyacente, es decir, la que no se relaciona con la estructura productiva, cerrara en torno a la meta, haciendo posible, como lo pronostica la CEPAL, un crecimiento de la economía de 5.5%, junto a Panamá encabezando la región en 2022.