CIUDAD DEL VATICANO. El Vaticano acusó a una comisión de derechos humanos de la ONU de sembrar la confusión, violar sus propias normas y la libertad religiosa de la Iglesia con un informe controvertido sobre abusos sexuales por parte de sacerdotes.
La Santa Sede dio a conocer hoy su respuesta formal a un informe del comité de la ONU de derechos de la infancia, que entre otras cosas acusa al Vaticano de mantener un “código de silencio” que permitió a sacerdotes a abusar impunemente de decenas de miles de niños en el mundo durante décadas.
El comité supervisa la aplicación del tratado de los derechos del niño. La Santa Sede, como firmante del tratado, se vio obligada a declarar ante el organismo.
En su respuesta, la Santa Sede insistió que solo es responsable de la aplicación del tratado dentro de la diminuta Ciudad del Vaticano.