Posibilidades.
Es más usada en la cocina dulce, pero también es útil en la salada
La guayaba es una de las frutas más aromáticas y llenas de sabor, además es la fruta más rica en vitamina C, incluso por encima de lo que contienen de este nutriente los limones y las naranjas. Su valor nutricional es tal, que incluso durante la Segunda Guerra Mundial fue incluida como parte de las provisiones de los soldados.
En la República Dominicana, la guayaba criolla se encuentra desde agosto hasta febrero. Sin embargo, las de importación están el mercado todo el año.
Según la variedad, la guayaba puede tener forma redondeada semejante a un limón o bien estrecharse hacia el pedúnculo, tomando una forma parecida a la pera.
A la cocina. Antes de empezar con las tentaciones dulces, es bueno saber que con esta fruta también es posible elaborar recetas de la cocina salada, como ensaladas y salsas para carnes blancas como pavo, pescado o pollo.
De igual manera, se puede consumir fresca (verde o madura), en batidos, zumos, helados, compotas, mermeladas y jaleas.
Según los expertos nutricionistas, una de las mezclas que más enriquece a la guayaba es la combinación con lácteos (leche, queso, yogur).
lAS RECETAS
Muslos de pollo con salsa de guayaba
1 cebolla blanca picada
2 cucharadas de aceite vegetal
1/2 taza de jugo de naranja
1 taza de salsa de tomate
6 cucharadas de mermelada de guayaba
2 cucharadas de vinagre de manzana
2 cucharadas de mostaza Dijon
1/4 de cucharadita de pimienta roja
8 muslos de pollo
Sal al gusto
Preparación. Para la salsa, calienta el aceite y dora ligeramente la cebolla. Añade los demás ingredientes (menos los muslos) y lleva al fuego hasta que hierva. Reduce el fuego y conserva durante diez minutos, revolviendo de vez en cuando. Cuela la salsa antes de usarla. Calienta el horno a 400°F. Sazona con sal los muslos de pollo y hornéalos por 20 o 25 minutos. Retíralos del horno e impregna con salsa de guayaba. Vuelve a llevarlos al horno a 400°F, durante 20 minutos más. Vierte el resto de la salsa sobre el pollo y sirve.
Ponche caliente
2.5 litros de agua
1 durazno partido
1 manzana roja en trozos
1 taza de ciruela pasa
5 guayabas
1 taza de jugo de caña
8 ciruelas pasas
Azúcar al gusto
Preparación. Hierve en el agua el durazno, el jugo de caña y la canela por 30 minutos. Añade la manzana y la ciruela pasa y deja hervir por 20 minutos más. Agrega la guayaba y el durazno, todo picado, y deja hervir por 10 minutos adicionales. Deja reposar 5 minutos y sirve caliente.
Vinagreta de guayaba
1/4 de taza de vinagre de vino tinto
1/2 taza de aceite de oliva
1 cucharadita de semillas de cilantro
Hojas de cilantro al gusto
5 guayabas sin semillas
Azúcar al gusto
Sal al gusto
Pimienta blanca al gusto
Preparación. Licuar todos los ingredientes del aderezo y enfriar por un par de horas. Usar sobre la ensalada verde de su preferencia.
Jugo de guayaba
El jugo de dos naranjas
El jugo de un limón
2 cucharadas de miel
1 guayaba
Preparación. Licua todos los ingredientes y agrega la miel al final.
Flan de guayaba y queso
1 lata (15oz) de casquitos de guayaba
Caramelo para el molde: hacer mezclando agua y azúcar, llevar al fuego hasta que espese
1 lata de leche condensada
1/2 taza de leche evaporada
1/2 taza de leche
1 cdta de extracto de vainilla
1 queso crema tipo Philadelphia (8 oz) a temperatura ambiente
6 huevos
1 pizca de sal
Preparación. Escurre el almíbar de los casquitos de guayaba. Puedes desecharla o usarla para otra receta. Una vez escurridos, separa uno para adornar el flan y corta el resto bien chiquito. Cubre las paredes interiores del molde con el caramelo. Precalienta el horno a 350°F (180°C). Bate el resto de los ingredientes en una batidora de vaso durante un minuto aproximadamente, asegurándote de que se disuelve bien el queso crema. Vierte en el molde acaramelado. Añade los casquitos picaditos. Cubre el molde con papel de aluminio, si no tiene tapa, o ponle la tapa al molde, si la tiene. Colócalo en una bandeja con dos dedos de agua. Hornea durante una hora en el centro del horno. Para comprobar que está listo, destápalo e introduce un palillo de dientes en el centro. Este debe salir seco. Deja que se refresque colocando el molde sobre una parrilla. Puedes desmoldar cuando el flan se despegue de los bordes del molde. Enfría completamente en el refrigerador. Está más rico al día siguiente.