La Navidad es una celebración unánime en todas las naciones de cultura cristiana.

Una ocasión aprovechada por familias y amigos para reunirse, compartir, ponerse al día cuando hace tiempo que no lo hacen.

Es tiempo de intercambios de regalos, solidaridad con los que menos posibilidades tienen para celebrar, en fin se realizan un sinnúmero de actividades, todas enfocadas en los sentimientos y humildad motivados en la fe, en la historia del nacimiento del niño Jesús.

Sin embargo, toda esta celebración, que se inicia en diciembre, es complementada con la gran cena de la Nochebuena, que antecede a la Navidad con el nacimiento del Niño Dios.

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Tradición

Generalmente las familias cristianas se reúnen la noche del 24 de diciembre-Nochebuena– víspera de la Navidad-nacimiento de Jesús- para sentarse a la mesa con los alimentos propios de esta celebración, los cuales varían según los gustos y países, pero casi siempre contienen los mismos ingredientes principales, como son las carnes, por ejemplo, el cerdo, pavo y pollo.

Aunque los ingredientes podrían variar en algunos casos, cada familia trata de que esta cena sea especial, en armonía con sus seres más queridos y cercanos, ya que el objetivo fundamental de la celebración es la recordación del nacimiento del niño Jesús, poner en práctica sus enseñanzas de humildad, amor, nobleza, según la historia plasmada en la Biblia.

Nochebuena y Navidad

Una antecede a la otra. Es una fiesta de trayectoria mundial, básicamente los de tradición cristiana.

La celebración de la Nochebuena y Navidad es marcada por el calendario cristiano.

La historia de la cena más importante del año marca el antes y después del nacimiento de Jesucristo, la trascendencia de estas fechas para la humanidad alrededor del mundo.

Es en torno a esta que surgió una cultura en la que se manifiestan en dos estilos, según datos al respecto: el sagrado y el profano.

Se indica que el primero, se fundamenta básicamente en la fe, los valores que de esta se desprenden, marcando como eje principal una celebración familiar impregnada por el espíritu de la Navidad. En la Sagrada Familia.

Mientras que el otro estilo de celebración de la Navidad se apropia de la festividad cristiana, pero no con base en la raíz y sentido inicial, sino que es totalmente tergiversada en su esencia, sin dar a esta su verdadero significado cristiano.

Es para muchos, una fiesta pagana, cuya única motivación es la diversión, sin ningún sentido religioso como fue originalmente concebida.

Esta gran celebración, de la que, por supuesto, República Dominicana es parte por su cultura cristiana, tiene fecha en el calendario mañana sábado 24 y el domingo 25, así que no es prohibido que celebre al máximo, especialmente con sus familiares y cercanos, pero no deje de reflexionar que el origen de estas fiestas es el nacimiento de Jesús, y que por tanto es necesario reflexionar, aunque sea por un breve momento, su verdadera esencia.

Más allá de comer todos los abundantes platillos que caracterizan esta cena, es una ocasión para dejarse envolver por su simbolismo, agradecer todo lo que hemos logrado durante el año que finaliza, por la dicha de estar vivos, la salud, trabajos y nuestra paz interior.