Una pareja de Nueva Zelanda que creía que había desenterrado la papa más grande del mundo en el jardín de su pequeña granja cerca de Hamilton vio cómo sus sueños se convertían en puré después de que Guinness escribiera para decir que las pruebas científicas habían descubierto que, de hecho, no era una papa.
Pero ¿cuándo una papa no es una papa? Cuando es un tubérculo de una calabaza, según Guinness World Records.
Colin Craig-Brown, quien golpeó por primera vez el tubérculo con una azada en agosto pasado mientras trabajaba en el jardín con su esposa, Donna, dijo que seguramente se veía y sabía como una papa. Eso sí, añadió, nunca ha probado un tubérculo de calabaza.
“¿Que puedes decir?” afirmó Craig-Brown a medios locales. “No podemos decir que no les creemos, porque les dimos el ADN”.
Después de meses de enviar fotos y papeleo, la semana pasada la pareja recibió las malas noticias de Guinness en un correo electrónico.
“Estimado Colin”, comienza el correo electrónico portador de malas noticias. “Lamentablemente, el espécimen no es una papa y, de hecho, es el tubérculo de un tipo de calabaza. Por esta razón, lamentablemente tenemos que descalificar la solicitud”.
La pareja había llamado a su hallazgo Doug, que deletrearon Dug, por la forma en que fue desenterrado. El tubérculo se convirtió en una especie de celebridad local, después de que la pareja comenzó a publicar fotos en Facebook con un sombrero e incluso construyó un carrito para remolcarlo.
Un pesaje oficial en una tienda agrícola local estimó que Dug pesó 7,8 kilogramos, lo que equivale a un par de sacos de papas normales o a un perro pequeño. Se mantendrá el récord Guinness existente, un monstruo británico de 2011 que pesó poco menos de 5 kg.
Craig-Brown sigue siendo un gran creyente en Dug, quien todavía se sienta en su congelador.
“Le digo ‘gidday’ cada vez que saco unas salchichas. Es un personaje genial”, bromeó Craig-Brown. “Cada vez que vienen los nietos, dicen: ‘¿Podemos ver a Dug?’”.
“Él es el no-papa más grande del mundo”, sentenció.