La importancia del almacenamiento de energía seguirá creciendo
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A Hipólito, amigo de 5 décadas
El fenómeno de la sobrepoblación está ya ejerciendo una tremenda presión sobre nuestros recursos naturales, especialmente en las producciones energética y alimentaria.
Es por ello que los esfuerzos deben concentrarse en la producción de energías renovables y sostenibles.
En este trabajo, trataremos de ver la realidad al día, hoy, sin ánimos de parecer expertos en la materia, ya que no lo somos, de esta fuente alternativa de energía.
Nos basamos, sí, en investigaciones y publicaciones de prestigiosas instituciones que han dedicado tiempo y recursos al desarrollo este tema: The World Economic Forum, The Wall Street Journal, Global Commission on the Geopolitics of Energy Transformation, The Energy Institute, The International Energy Agency, BloombergNEF, IRENA, entre otros.
Las fuentes de energía renovables, en particular la eólica y la solar han crecido a una tasa sin precedentes en la última década y han superado, consistentemente, las expectativas.
El crecimiento de su despliegue en el sector energético ya ha superado al de cualquier otra fuente de energía, incluidos los combustibles fósiles, que incluye petróleo, carbón y gas natural.
La energía renovable, en combinación con la eficiencia energética, ahora forman la vanguardia de una transición energética global muy importante.
Esta transición, en curso, a las energías renovables no es solo un cambio de un conjunto de combustibles a otro, implica una transformación mucho más profunda de la energía del mundo.
Estos sistemas tendrán importantes implicaciones en los sectores sociales, económicos, políticos y en el medio ambiente, y van mucho más allá del sector energético. El término «transformación energética» tiene implicaciones más amplias.
La transformación energética global tendrá un impacto particularmente pronunciado sobre geopolítica.
Es una de las corrientes subterráneas del cambio que ayudará a redibujar el mapa geopolítico del siglo XXI. La mayoría de los países están migrando, significativamente, hacia la independencia energética con miras a las energías alternativas.
Según BloombergNEF, la densidad de las celdas de las baterías de iones de litio casi se ha triplicado y los costos han disminuido en casi un 90% en la última década, lo que facilita la modulación de los picos y valles de generación para atender los cambios y ciclos de demanda.
Las propias fuentes de energía renovable han caído hasta en un 82% durante el mismo período de tiempo. Futuras mejoras, tanto para la generación como para el almacenamiento, continuarán reduciendo los costos, haciendo que la energía renovable sea, incluso, más atractiva para los consumidores, sobre todo cuando se evalúa en el largo plazo.
La transformación energética tiene varias vertientes, entre las que señalamos: la eficiencia energética, el crecimiento de las energías renovables y la electrificación.
La eficiencia energética se refiere a la relación de la demanda energética con el crecimiento económico.
Históricamente la relación entre la demanda energética y el crecimiento eran directamente proporcionales, en aproximadamente un 3% de incremento anual, sin embargo, en los últimos años esta relación se ha roto incrementando la demanda de energía a un ritmo superior al crecimiento económico.
La importancia del almacenamiento de energía seguirá creciendo. Según Bloomberg NE, se espera que la inversión mundial en baterías solares crezca hasta los 764 millones de Euros.
Por otro lado, una de las consultorías financieras líder en el mundo y especializada en energía, Avicenne, ha destacado que más del doble del crecimiento de baterías solares necesarias para almacenamiento tendrá lugar entre 2015 y 2025, ya que pasaremos de 100.000 MWh a más de 400.000 MWh.
Por lo que respecta a la vida útil de las baterías solares, también crecerá notablemente, ya que para 2022 se espera que alcancen los 5.000 ciclos.
Para el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y sus aliados, la crisis de COVID-19, que está cambiando la forma en que vivimos y trabajamos, puede impulsar a las economías a «reconstruir mejor», con un mayor enfoque en energía limpia, empleos verdes y desarrollo sostenible.
En el próximo artículo, trataremos de las alternativas de energía renovable con mayor y mejor aprovechamiento y proyección.