Valencia.- La Unión Europea (UE) consolida su liderazgo en los mercados latinoamericanos y se sitúa como el principal socio inversor extranjero, por delante de China, Rusia y la India juntas, al destinar el 10 % del total de su inversión en el exterior a Latinoamérica.
Así lo desvela un estudio elaborado por la española Universidad Internacional de Valencia (VIU), que señala que la UE destina a esta zona una inversión superior a los 500 millones de euros (unos 551 millones de dólares al cambio actual).
Esta cifra representa una Inversión Directa Extranjera (IDE) mayor que la que de sus principales competidores en Latinoamérica -China, Rusia y la India- juntos.
Además, el estudio “Acuerdos comerciales entre la UE y Latinoamérica”, afirma que Latinoamérica invierte 125 millones de euros (unos 137 millones de dólares) en la UE, y que Brasil y México copan el 60 % del total de las inversiones.
La investigación, elaborada por el experto José María García Álvarez-Coque, pretende analizar los acuerdos comerciales que la UE ha negociado y firmado con los países de América Latina y el Caribe.
El informe sostiene que el mercado latinoamericano se presenta como una zona de “interés estratégico” para la UE por su potencial de crecimiento y, por ello, propone “consolidar una posición comercial más sólida y forjar alianzas aprovechando los vínculos culturales con la región».
De hecho, añade que las ventajas para las empresas europeas provienen de la ampliación de su mercado en los países emergentes y en la posibilidad de facilitar la aplicación de normas sociales y ambientales más exigente para equilibrar el campo de juego de la globalización.
Actualmente, según el informe, los socios comerciales más importantes de la UE en la zona son Brasil, México, Chile, Argentina, Colombia y Perú.
Respecto a los productos exportados por ambas zonas, García Álvarez-Coque destaca que existe todavía un patrón de especialización “interindustrial tradicional”, por lo que la UE se especializa en unos sectores como maquinara, productos químicos, bienes industriales y vehículos de transporte.
Mientras, los países latinoamericanos lo hacen en otros sectores como productos agrarios (granos, carnes, frutas y lácteos), productos minerales, maquinaria y combustibles.