La verdad teológica

La verdad teológica

Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad. Juan 17:17
Al terminar mis hijos gemelos sus estudios de High-school, me invitaron a su graduacion. Y aun recuerdo que invitaron a un conferencista; era un ingeniero o constructor exitoso; mostró los grandes edificios y centros comerciales que había construido en el centro de Nueva York. Había sido un estudiante también de ese centro de estudios muchos años antes, y lo habían invitado para que diera esa charla motivacional; inspiradora, para motivar a los jóvenes estudiantes a que también tuvieran igual futuro, que lo imitaran a él, sus éxitos y sus logros. Y en verdad que fue muy hermosa.
Pero el Espíritu de Dios me dice que eso era cierto; era su verdad; que el ingeniero hizo hermosos edificios; pero que la verdad completa es la verdad teológica; el mejor arquitecto o constructor que hizo una ciudad con fundamentos se llama Dios (Hebreos 11:10); que Jesús sea el centro en nuestra vida; que el mejor edificio que podemos construir es el del hacer nuestro cuerpo, el alma y el espíritu una ofrenda de amor para Dios, y que la mejor ciudad no es Nueva York, ni Tokío, ni Pekín, ni Shanghai, ni ninguna de algún país latino o africano, sino que la mejor ciudad, donde no hay delincuencia ni miseria ni afán ni ansiedad ni consumismo, es la ciudad celestial, la que ha sido edificada por Dios y se encuentra en los cielos para todo aquel que confiesa a Jesús, como su Señor y Salvador.
En esa ciudad celestial, en la Nueva Jerusalén, no habrá dolor ni llanto; ni pleitos, chismes, rencillas, ni amarguras. De qué vale tener un edificio, un proyecto de construcción o un apartamento bien diseñado, si hay codicia, avaricia, hipocresías, mentiras, engaños, maquinaciones y contiendas en los corazones. Si Jehová no edifica la casa, en vano trabajan los edificadores (Salmos 127:1).
Así que la verdad completa no es la verdad de la arquitectura, de la ingeniería, del derecho, de la medicina; la verdad verdadera es la Palabra de Dios, y la palabra de Dios es el verbo encarnado, llamado Jesucristo. Él es el camino, la verdad y la vida. (Juan 14:6). Aun la tierra y sus edificios y ciudades pasarán, pero los que confían en Jehová son como el monte de Sion que no se mueve, sino que permanece para siempre. (Salmos 125:1). Oro para que el Señor te dé esta revelación a tu espíritu para tu salvación y vida eterna.

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