“Tu hijo tiene la condición de autismo”, una expresión que de entrada suena fuerte y que ningún padre o madre está preparado para escuchar. Tampoco lo está un abuelo, por ser una noticia inesperada en el hogar.

La incertidumbre, angustia, tristeza, confusión y, en el peor escenario, la negación son las primeras reacciones al diagnóstico.

Y si vemos el vaso medio lleno: ¿y si hubiera un nuevo propósito de amor en tu vida? ¿Y si el autismo llegó a tu vida para hacerla mejor mamá, mejor papá o el más amoroso de los abuelos?

Después de vivir el duelo que arrastra la noticia de que un miembro de la familia tiene la condición del Trastorno del Espectro Autista (TEA), la mayoría de las familias ven el mundo desde otro ángulo, crecen de la manera que no se podría describir en las 183 palabras que le restan a esta página.

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Pero quien sí encontró suficiente espacio para describirlo fue Juan de la Rosa Hidalgo, a través del libro “Un niño muy especial”, que narra la cotidianidad de su nieto, un jovencito de 15 años de edad, con la condición de autismo.

Juan nos cuenta, con el corazón rebozado de amor, la gran transformación que ha experimentado al vivir el día a día el autismo junto a su nieto Juan Isaac Suero. Como ‘una experiencia fascinante’ describe el autor lo que ha vivido con su nieto, quien protagoniza esta obra.

La obra está basada en las vivencias de este niño, recopiladas durante poco más de seis años por el abuelo y convertidas en relatos.

“En el libro explico que la motivación principal es hacer que las personas conozcan más de cómo son estos niños. Cuando empecé a escribir y guardar las vivencias no tenía en mente escribir un libro, pero luego consideré que debían darse a conocer porque nosotros estábamos descubriendo a un niño no solo desde sus limitaciones, como generalmente sucede”, explica el autor.

Esta obra tiene el objetivo, según dice el autor, de desmontar mitos sobre la condición y ayudar a otras familias.

“Piensa que puede ayudar a avanzar en el derribo de mitos, estereotipos, y falsedades que se han instalado en nuestra sociedad, fruto del desconocimiento y de la negación de otro, tan vigentes en un país pobremente educado en el respeto a la diversidad.

Fascinante

Sobre este texto refiere Rosa Hidalgo solo hay que leer las vivencias recogidas durante más de seis años para descubrir que ha sido una relación muy especial. “Acompañarle me ha permitido crecer como profesional de la psicología, pero más como persona”, dice.

Asegura que en esta relación fue descubriendo a un ser humano distinto en muchas cosas, pero con un pensamiento intacto.

“Sus respuestas, aun las más ingenuas que son típicas de estas personas, me mostraban a un niño muy diferente a los demás, pero solo esto”.

Una oportunidad para reaprender

La condición de autismo implica que las familias tengan que cambiar muchas dinámicas y aprender nuevas, un camino que según el autor es muy necesario. “Las lecturas que hice, y sigo haciendo, sobre el autismo me han permitido asomarme a esta nueva perspectiva que niega que el autismo sea una enfermedad, o una deficiencia. He aprendido a ver a Juan Isaac como un ser humano que ha tenido un desarrollo distinto, y que probablemente va a necesitar acompañamiento de por vida. Todos en la familia estamos integrados a dar ese acompañamiento, para que crezca y se desarrolle sanamente, en un entorno social que tiene muchos pendientes”, sostiene.

En este texto las familias con y sin la condición se pueden ver reflejadas.

Pues de acuerdo al escritor, inicialmente, como en todas las familias que reciben el diagnóstico de autismo en uno de sus hijos, en su casa se produjo un gran desconcierto, incluso negación.

“Pero, luego ha significado un gran desafío que todos nosotros estamos asumiendo con mucho amor por Juan Isaac, un niño, ya adolescente que nos ha hecho a todos y todas mejores personas. Es fundamental entender a la persona con autismo para poder acompañarle”.

Añade que en su caso, acompañado por especialistas, están intentando esa atención especial que hay que tener con su nieto, para entenderle y dar ese acompañamiento amoroso que hace la diferencia. Estos niños solo nos ponen el listón más alto. “Es nuestra obligación hacer lo necesario para ellos y para que toda la sociedad avance en la inclusión”.

Apoyo

El libro fue presentado por el Voluntariado Banreservas en un acto encabezado por Noelia García de Pereyra, presidenta de la entidad.

Al presentar el libro, García de Pereyra dijo que la publicación de este volumen forma parte del trabajo que se lleva a cabo en el Voluntariado en favor de la salud y bienestar de la gente.

Sostuvo que el organismo de solidaridad que dirige se ha dedicado de manera permanente a respaldar programas de inclusión social, de tal manera que niños, jóvenes y adultos en condiciones especiales han podido integrarse satisfactoriamente a una vida de mejor calidad, ingresando con éxito al mundo educativo, financiero y laboral. Resaltó que esta obra deja un gran mensaje “si percibimos a los demás con el mismo amor y consideración que nos tenemos nosotros mismos”.