La virtualidad más allá de lo temporal

La virtualidad más allá de lo temporal

Manuel Madé

El desarrollo de la inteligencia y la capacidad creativa de la humanidad han intentado desde hace milenios emular la naturaleza y jugar a ser dioses. Esto se puede ver en los jeroglíficos, representaciones pictóricas y arquitecturas de las civilizaciones antiguas tales como la egipcia, sumaria, babilónica, china, etc. Igualmente esta capacidad creativa ha servido para diseñar formas de escapar de este mundo a cualquier otro espacio físico o metafísico, los cuales reflejan el temor humano desde la antigüedad hasta nuestro tiempo a la posibilidad de la extinción de este planeta deteriorado y amenazado por artefactos cósmicos o a las diversas situaciones de la realidad social en las que se puede vivir. De ahí que la expresión, «cualquiera se sale de este mundo», oculta algo más que un instinto suicida. Puede ser producto del anhelo de pasar a otro mundo que suponemos existe, aunque no tenemos evidencias tangible de el, pero que en nuestros sueños y leyendas ancestrales si.

Este pensamiento ha evolucionado y el deseo de acceder a algún espacio astral sin ningún ritual místico o mágico se ha hecho cada vez más evidente. Algunos físicos teóricos plantean que vivimos en un mundo paralelo con otra realidad física que aún no podemos atravesar porque no tenemos la tecnología para hacerlo en la actualidad, pero que en un futuro podría ser posible.

La ambición y esfuerzos conjuntos de diferentes ciencias y tecnologías han hecho posible que las personas puedan visitar entornos virtuales diseñado tridimensionalmente que son capaces de afectar el cerebro más allá de lo temporal. Los experimentos con realidad virtual, realidad aumentada y simuladores han demostrado que las experiencias a la que se pueden someter los individuos virtualmente pueden modificar las respuestas del cerebro frente a la realidad tangible. De manera, que aunque no sé ha podido escapar totalmente de este mundo como lo soñaban los antiguos se han dado pasos que tienen resultados impresionantes y que aún los expertos plantean que estamos en los inicio de una revolución mayor.

La primera vez que vi a una persona usando unas gafas de realidad virtual, pude observar detenidamente a los que se divertían mirando al individuo gritando y haciendo movimientos erráticos en un espacio vacío y a la vez se fascinaban de asombro mirándolo inmerso en un mundo que ellos desconocían. Mi percepción fue observar personas en dos mundos distintos simultáneamente: uno virtual y otro tangible, pero ambos respondían igual físicamente a la escena que sus sentidos captaban. Viéndolos desde los comportamientos que reflejaban, puedo asegurar que no existía diferencia en ambos, solo que la experiencia del que usaba las gafas era temporal.

Efectivamente, esta observación elemental forma parte de varias técnicas controladas que se han estado aplicando para modificar la conducta y la respuesta humana en diferentes circunstancias. Los simuladores y la realidad virtual recrean experiencias que aplicadas repetidas veces reconfiguran el comportamiento humano. La supresión de las fobias, el entrenamiento militar, los viajes en el tiempo y a lugares desconocidos y fantásticos son algunas de las aplicaciones que se le ha venido dando a la virtualidad.
Aprovechamiento en la educación

Saliendo de los aspectos filosóficos y pasando a la parte pedagógica, los viajes espaciales a través de las constelaciones y creación de universos virtuales son algunas de las experiencias lúdicas pedagógicas que se están usando en la educación. Las visitas a museos y lugares arqueológicos hacen que la vivencia de leer, viajar y ver estén simultaneamente en un mismo lugar. La virtualidad es otra posibilidad para el desarrollo cognitivo en los alumnos si se adopta con una base metodológica adecuada.

Las experiencias virtuales a pesar de ser un fenómeno de la tecnología en las últimas décadas, hay muchas iniciativas por parte de empresas e instituciones que están apostando a su utilidad educativa. Tecnológicamente diseñar programas educativos con las metodologías apropiadas, como hemos dicho, que integren estas herramientas puede tener efectos favorables para niños con problemas de aprendizaje y especiales. Podrían servir de reforzamiento para fijar la información que les servirán a los alumnos en la producción de aprendizaje efectivo.

Aplicar la realidad virtual en la educación no deja de tener sus desafíos como cualquier tipo de recurso o herramienta que se quiera integrar al proceso de enseñanza aprendizaje. No se puede escatimar la falta de competencias básicas en las TIC de los maestros reflejadas en varios estudios hecho por organismos locales e internacionales para agregar otra tecnología que exige mayores recursos técnicos y económico. Por tal razón, se necesitan estudios previos para identificar en cuales lugares y en cuales sujetos se pueden aprovechar eficientemente. Si no se aplican con conciencia serian otro juguete más para el salón de clase sin ningún efecto pedagógico o terminarían en los almacenes de cachivaches de los centros educativos.