BANALIDAD, poema de Sandrina

Algunos, los que no tienen escrúpulos
transitan por la vida robándoles
a cada transeúnte el último sueño.
Otros, van con miradas nauseabundas
prometiendo piedad de falsos Dioses,
con sus decapitadas lenguas hieren,
descienden al infierno, lamen un pie,
una mano, susurran al oído.
Y con la misma inepcia de un rufián
pretenden asaltarnos hasta el alma.
A mí y no es por nada, me dan asco,
en especial cuando se dejan rozar
las caderas, y lamiendo a conciencia Ellas,
los encantos mediocres de sus amos.
-¡Jamás renunciaría a esta pregunta!-
¿De dónde brota tanto servilismo
para pasar el tiempo como imbécil?
-No puedo ni siquiera imaginarme
la respuesta de los invertebrados-
De veras me dan asco los rastreros,
porque se prostituyen con la misma
avidez que tienen los cocodrilos
para vivir, simplemente llorando.
Tal vez… puedan creer que son felices…
No puedo quedar callada. Esta sociedad, cada vez más banal y superficial, ha rendido tributo a la vulgaridad más vergonzosa y terrible. El baile de moda es de espaldas para que las chicas puedan mover el trasero a ritmo de una música candente.
El otro día, escuché al segundo de mis nietos tararear una canción, ¿Qué cantas? le pregunté. Una canción de Daddy Yanky. El mayor de los nietos también cantaba otra canción del mismo autor.
Decidí ese día poner atención a la nueva generación de cantantes, y otros que no son tan jóvenes, pero que se sumaron a la ola de enarbolar los antivalores de esta sociedad que asquea. El tener es más importante que ser. La ultra famosa Jennifer López, JLO, se ha sumado a la onda de lo vulgar y la insinuación directa al sexo sin responsabilidad:
Yo quiero la venta, sí, sin cuenta, sí, lo siento
Yo quiero, yo quiero dinero,
Yo quiero, yo quiero dinero,
I just want the green, want the money, want the cash flow
Yo quiero la venta, sí, sin cuenta, sí, lo siento
Soy la princesa, San Juan, Puerto Rico
(…)
Yo quiero, yo quiero dinero, ay
Yo quiero, yo quiero dinero, ay
I just want the green, want the money, want the cash flow
Yo quiero la venta, sí, sin cuenta, sí, lo siento (Cardi B)
En esta canción (¿se puede llamar así?), participa la rapera de origen dominicano que se llama Cardi B, conocida por su vulgaridad y sus movimientos sexuales cuando “canta”.
Cardi B
(Look)
(Look)
They gon’ do what I say so, Cardi B and J. Lo
Talk behind my back, but never up in my face, though
I just want my money, chips, guac, and queso
Y’all can kiss my ass, dame un beso
Dominicana, drippin’ in designer
I got the juice, no Tropicana
I got the box that got the most flavor
Big fat cat like in the bodegas
Still making money moves (yeah)
Tell me what you think (yeah)
Merenge to the money (woo)
Bachata to the bank (oww)
I slice it up, I’m like sofrito
I need my money, yo necesito
I told y’all, I’m trap Selena
I’ll backhand a bitch like Serena
Otra canción de la famosa JLO que ha calado es la del anillo. Para mí esa es la oda a la vulgaridad más terrible. El video, técnicamente exquisito, hace alardes a movimientos explícitos, y sobre todo señalando, sin pudor alguno, su sexo, el lugar donde recibe la fuerza del hombre a quien le reclama el compromiso. Una mujer de 49 años y madre, ¿qué valores le enseña a sus hijos?
Me tratas como una princesa, me das lo que pido
Tú tienes el bate y la fuerza que yo necesito
Cuando estamos solos, te juro, no me falta nada
Te pongo un trece de diez cuando estamo’ en la cama
Nunca había sentido algo tan grande
Y me vuelve loca tu lado salvaje
Tú me has dado tanto que he estado pensando
Ya lo tengo todo, pero
¿Y el anillo pa’ cuándo?
Hueles como me gusta
Me besas como me gusta
Me agarras como me gusta
Así, así, que a mí me gusta
Como muerde la fruta (wuh)
Si sale de noche, me asusta
Sin mapa conoces la ruta
Así, así, que me gusta
Sigue aquí, papi estoy pa’ ti
Dale atrás, que así somos las del Bronx
Don’t stop, muevete má’
Mi secretaria y otras jóvenes de mi entorno de trabajo comenzaron a tararear unas ¿canciones? de Maluma. Comencé a buscarlo. Este “artista” es el canto a lo vulgar, a los NO-valores. Sus letras son cantos a la vulgaridad y al sexo por el sexo:
Y agrandamos el cuarto
Y si con otro pasas el rato
Vamo’ a ser feliz, vamo’ a ser feliz
Felices los 4
Yo te acepto el trato
Y lo hacemos otro rato
Lo nuestro no depende de un pacto
Disfruta y solo siente el impacto
El boom boom que te quema, ese cuerpo de sirena
Tranquila que no creo en contratos
(Y tu menos)
Y siempre que se va, regresa a mí
(Y felices los 4)
No importa el qué dirán, nos gusta así
(Agrandamos el cuarto, baby)
Mala mía es otra oda a la irresponsabilidad y a la sociedad lúdica, donde prevalece el placer ante la responsabilidad:
Me besé a tu novia, mala mía
Me pasé de tragos, mala mía
Me cagué en el party, mala mía
Siempre he sido así
Y todos ustedes lo sabían
Así es mi vida es solo mía
Tú no la vivas
Si te molesta vuelvo a la mía
Así es mi vida es solo mía
No importa lo que digas
En el fondo me quieren
Y por eso me invitan
Estabas en el party y te encontré
No sabía que venías con él
Te me pusiste terca me abriste la puerta
Tu novio se descuidó y ahí entré
Aquí estoy yo, yo
Para darte lo que tú quieras beber
Podría seguir exponiendo la lírica de estos nuevos NO-POETAS que escriben NO-POESÍAS, en cuyas letras hay una ausencia absoluta de la lírica, del estilo y la rima.
Estoy triste porque eso es lo que escuchan y disfrutan los jóvenes y niños. Las nuevas generaciones, nuestros hijos y nietos se alimentan de esos personales que escenifican los NO-VALORES, los ANTIVALORES de una sociedad sana y comprometida con el futuro. Estas mal llamadas canciones invitan a vivir el presente sin responsabilidad alguna. En ninguna de sus letras se habla de amor, ni de la entrega por sentimientos.

Siempre he creído en que nosotros, los adultos mayores, tenemos que acercarnos a los jóvenes para entender sus inquietudes y preocupaciones. Pero existen demasiados estímulos negativos. Difícil es, con ese bombardeo anti valores, que podamos influir en ellos para que se conviertan en ciudadanos serios y responsables.

¡Que Dios nos guarde confesados!