San Francisco. Los fieles de Apple no dudaron en esperar varias horas el viernes en todo el mundo para comprar el costoso iPhone X del gigante californiano, que ya prometió el éxito comercial de este smartphone aniversario.
Por la diferencia horaria, los californianos han estado entre los últimos del país en tener en sus manos el iPhone que marca los 10 años de la salida del preciado dispositivo.
Pero esto no disuadió a los fanáticos de hacer cola fuera de la tienda de Apple en el centro de San Francisco, y a algunos incluso de dormir allí, como Guilherme Rossi, de 23 años, que vino de Brasil expresamente para la ocasión y que colecciona iPhones.
«Tengo uno de cada uno ¡modelo¿. Tan pronto como sale uno nuevo lo compro, y los viejos… los guardo en una caja», dice, aunque reconoce que el producto, que arranca en 999 dólares en Estados Unidos, es «caro». Pero no importa:
«Me encanta esta marca porque es genial y por todas las prestaciones» que tiene el nuevo modelo: pantalla OLED, reconocimiento facial… Con los ojos ocultos por un sombrero, Francisco Rivera, de 40 años, cuenta que también pasó la noche en la acera para «tenerlo primero y presumir».
Tal como otros clientes, es recibido con aplausos por los empleados de Apple, un espectáculo que se ha convertido en un clásico en los diez años de existencia del iPhone.
«No puedo vivir sin él».
En medio de la multitud de empleados, clientes y periodistas que desbordan la tienda completamente acristalada, Boris Ilin, de 18 años, y su amigo posan orgullosos con las cajas blancas que contienen los teléfonos que acaban de comprarse.
Estar allí en las primeras horas «es una cuestión de principios: es Apple, soy un fan». ¿El precio? «No puedo vivir sin él y necesito tener el más reciente», justifica el joven sonriente, que, como muchos otros, ni siquiera probó el dispositivo antes de comprarlo.
Apple se dedicó en los últimos días a azuzar el deseo de los fanáticos pidiéndoles «llegar temprano» a la tienda, al tiempo que se cuidó de no desmentir los rumores de disponibilidad limitada del aparato.
Un entusiasmo del que también se han querido aprovechar los delincuentes: según los medios locales, 300 iPhone X fueron robados de un camión de reparto delante de otro punto de venta de San Francisco la mañana del miércoles, un incidente confirmado por Apple, que no dio más detalles.
Unas horas antes que en Estados Unidos, los fans de la marca en Europa pudieron acceder a los dispositivos, también tras hacer largas filas.
En Londres, Mohammed Haroon, de 17 años, contó que el celular será a la vez su regalo de cumpleaños y de Navidad. Cerca de él Makan, un informático de 30 años, dice que el iPhone X es un «gran paso» tecnológico.
– «Bombo publicitario y diversión».
«Trabajé este verano para poder comprármelo», explicó Jeremy, de 21 años, que acudió a una tienda Apple de París a comprar la versión más cara, de más de 1.300 euros (1.513 dólares), un monto superior al salario mínimo mensual neto en Francia.
En Fráncfort (Alemania), Timo, un estudiante de 16 años que recorrió 80 kilómetros para recoger su celular encargado por internet, aseguró que «todas las reservas se terminaron en menos de diez minutos».
Mientras tanto, en el elegante barrio de Kolanki, en Atenas, la expectación era menor frente a la tienda del distribuidor de Apple.
Vyron Hatzidromou, de 38 años, dijo que compra «siempre la última versión cuando sale, por el bombo publicitario y la diversión». El modelo que tenía en la mano le costó 1.300 euros, casi tres veces el salario mínimo griego. Es caro «pero vale la pena».
Los clientes de Asia-Pacífico fueron los primeros. En Hong Kong, Keith Li, un estudiante de 22 años, contó que todos sus amigos ahorraron para poder comprárselo. En Singapur, unos 300 seguidores esperaron toda la noche frente a una Apple Store.
El iPhone X, presentado a mediados de septiembre junto al iPhone 8, competirá con el Galaxy Note 8 de Samsung y el Mate 10 de Huawei en el segmento de teléfonos inteligentes de alta gama.
El iPhone representa más de la mitad del volumen de negocios de la firma californiana. Las declaraciones de su jefe, Tim Cook, sobre pedidos del iPhone X «muy fuertes» y su predicción de que el trimestre en curso «sería muy bueno», contaron con una buena acogida en la Bolsa.
Apple posee ahora el primer puesto mundial en capitalización bursátil, con 890.000 millones de dólares. En París, la organización Attac convocó una manifestación con ocasión del lanzamiento del iPhone X, para denunciar «10 años de evasión fiscal» que «han permitido ¡a Apple¿ acumular más de 230.000 millones de dólares».