Santiago.- El asueto por el feriado de Navidad se reflejó ayer con poco flujo de gente en las calles y en el tránsito vehicular tanto a nivel público como privado. Otro factor que ha contribuido a la calma es la temperatura fresca a consecuencia de las lluvias.
La ciudad, que está convertida en un caos desde hace meses por la construcción de grandes proyectos viales, como son el monorriel y el teleférico, ha sentido un respiro en las últimas 48 horas.
Pero como es normal en una metrópoli en constante desarrollo, las actividades comerciales no se detienen por completo. Algunas tiendas mantienen sus puertas abiertas, mientras los comerciantes del mercado informal también se observan en algunas calles del casco urbano, aunque con menos clientes.
La gente aprovecha el feriado para adquirir productos alimenticios, así como también artículos del hogar fuera de la acostumbrada multitud que suele formarse para la fecha.
Los vendedores de cerdo o lechón asado apostados en puntos estratégicos de la ciudad aseguran que el movimiento económico es lento en las calles, aunque las ventas, pese a que no han sido como esperaban, tampoco son tan malas como pensaban.
“Realmente las ventas han sido buenas, no nos podemos quejar, pero creíamos que iban a ser mejores, pero no es así. Hay poca gente en las calles y uno ve que no hay tanto circulantes”, afirmó el vendedor de cerdo asado Darío Antonio Núñez.
Núñez narró que pasó la Nochebuena asando cerdos, un total de 24 animales, esperanzado en venderlos todos.
Uno de los puntos positivos en la ciudad corazón ha sido la vigilancia policial en la arteria comercial, en los barrios y el patrullaje constante por las calles y avenidas, llevando tranquilidad a la población durante la celebración navideña.
Los agentes policiales se mantienen protegiendo el comercio y salvaguardando la seguridad ciudadana en las calles.