Con mucho pesar hemos estado observando el derrotero por el que en los últimos procesos electorales se han estado dirigiendo algunos elementos, que creyéndose “estrategas” o “asesores” de ciertas candidaturas (en todos los partidos y en todos los niveles), “trabajan” ciertas aspiraciones, no utilizando métodos científicos y/o éticos, sino, técnicas fratricidas que en la gran mayoría riñen hasta con las buenas costumbres y la sana convivencia dentro de una ciencia tan noble como lo es la política.
Dista mucho el accionar y la puesta en marcha de métodos indecorosos para tratar de ganar adeptos; lo que sin temor a equivocarnos, más que ganancias de causas, laceran y auto envenenan las aspiraciones de esas personas a las cuales dicen ofrecerles lo mejor, pero que basándose en elementos anti éticos, diseñan todo tipo de maldad en contra de quienes es@s personer@s o tipej@s dicen deberle lealtad, cuando en realidad y al final de cuenta, terminan vendiéndose al mejor postor.
Como periodista y politólogo con ciertos niveles de experiencias (desde el 1997 hasta la fecha), he conocido de cerca todo tipo de maniobras, sin embargo y con una formación profesional basadas en lo que en cuanto al correcto accionar ético se refiere, nunca el factor dinero ha doblegado nuestro correcto comportamiento.
Si bien es cierto que he servido a ciertos intereses políticos, económicos y populares, (pues después de todo es mi trabajo, pero jamás estipulando acciones indecorosa) a los mismos le he servido con la debida inteligencia emocional que amerita el momento, todo esto pese a que cada cierto tiempo, energúmenos disfrazados de comunicadores y/o estrategas o asesores, con un historial más negro de la noche de los espantos, han pretendido endilgarme acciones de las que casi siempre terminan es@s mism@s pisando toda las m….que me han querido tirar, pues como creyente en un Dios verdadero Él y sin yo mover un solo dedo se ha encargado de todo….y ahí está la historia (Romano 8:28).
Además, y esto es justo que los que aspiran les pongan la debida atención, y es, que el morbo y el descrédito hacia el oponente no vende, estos elementos sólo los consumen quienes precisamente viven el momento, el día a día, pero no tienen una ideología definida ni mucho menos cuentan con una cimentación basada en los preceptos que guían a toda sociedad al desarrollo, es decir, que quienes consumen y propagan el morbo no son leales ni a su propia sombra, pues, carecen de credibilidad y sobre todo, de lo básico que en política es muy importante, como lo es tener ética.
Para ser un (a) verdadero (a) estrategas o asesor (a) se deben “tirar páginas para la izquierda”, ser sobrio, con ideas avanzadas, poner su mirada al servicio del desarrollo y de aquello que dirijan sus pasos al fortalecimiento de nuestras sociedad, no al servicio de lo que traten empañar la moral de la persona que adversan sus intereses; esto no prospera, repetimos, esto sólo es consumible por el morbo, y el morbo tiene muy poca vida de duración, sobre todo a través de las redes, vehículo por excelencia que escogen quienes se hacen llamar estrategas, asesores (a) o politólogos (a).
Finalmente deseo hacer una llamado a toda la clase política no solo de mi provincia Hermanas Mirabal, sino a todo el país, para que por favor, saquen de sus espacios aquellos que no aporta nada al resto del conglomerado social, y enfoquen sus ideales en la búsqueda de soluciones a los males que por décadas nos aquejan, desoyendo a quienes por dos miserables pesitos, les vende su alma hasta el mismo infierno, olvidando que la política como lo dijo el maestro de maestro, Profesor Juan Boch, es una ciencia y arte; una ciencia a la que se debe trabajar para descubrir métodos sanos al servicio de la sociedad, y un arte a la que debemos cultivar como una piedra preciosa para el buen desempeño de esa misma sociedad que ya está cansada de tantas y tantas basuras mediáticas que algún@s personer@s nos quieren vender como perla, cuando en realidad son simples piedras que en el camino se encuentran para tratar de estropearle el paso a quienes sí pueden y quieren hacer algo en beneficio de nuestras comunidades.