Las corrientes de resaca

Los que gustan bañarse en las playas de mares, océanos y lagos, deben tener cuidado con las corrientes de resaca también conocidas como de retorno. Estas corrientes son responsables de muchas muertes al año pues alcanzan hasta 2.40 metros por segundo que es más que la velocidad de un campeón olímpico, con el agravante de que las distancias son, a veces, mayores que las de las competencias y los campeones olímpicos no abundan en las playas.
Como se infiere de lo anterior, la resaca es una corriente superficial fuerte que se mueve hacia mar adentro; arrastra consigo todo lo que entra en ella. Las mismas no son necesariamente muy largas, las más cortas tendrán unos 50 metros, otras mucho más. Quien las desafía y nada directamente hacia la playa queda exhausto y sucumbe, muere en el intento.
Se recomienda que el bañista que inadvertidamente entra en una corriente de resaca, no trate de nadar hacia la playa, sino que lo haga paralelamente a ella, de esta manera es posible que logre salir, ya que en general son estrechas; una vez fuera, se encontrará a considerable distancia, probablemente le convenga descansar antes de emprenderla a la playa. Aun así, para sobrevivirlas hay que ser un buen nadador y mantener la cabeza fría.
Las corrientes de retorno o resaca se producen en las playas de océanos, mares y lagos, porque las olas cuando rompen, es decir, cuando se ven las crestas blancas, prosiguen con menos energía y al llegar a la playa la bañan. El agua que mojó la playa retorna al mar. Si su fondo es “liso” o únicamente con pequeñas ondulaciones, el reflujo del agua ocurre a todo lo largo de la playa o más bien a todo el ancho de la ola incidente, sin embargo, resulta que en ocasiones hay barras de arena que lo impiden. Generalmente, las barras no son continuas, están cortadas en segmentos y entre ellos fluye el agua, por angostos huecos. Puesto que toda el agua vuelve al mar y tiene que pasar por una estrecha área, su velocidad necesariamente aumenta, originándose un canal por el que escurre la corriente de resaca.
Las olas que vemos a diario son generadas por el aire al rozar las superficies de mares y océanos, esta fricción arrastra el agua y cuando la profundidad disminuye, rompen, entonces se ven las crestas moverse hacia la orilla en líneas continuas, rectas o curvas. En ocasiones, sin embargo, las crestas de las olas son interrumpidas y en vez de una recta o una curva, se ven dos segmentos separados por una estrecha franja de agua. Si nos fijamos bien, veremos que el agua en la franja se mueve mar adentro y es posible que tenga un color más oscuro por la arena que arrastra, ésta es la corriente de retorno.
Las resacas también se originan por otras causas, por ejemplo, la conjunción de dos corrientes marinas costeras que llegan a la playa en sentidos contrarios y angulados, digamos, una noreste-suroeste y la otra noroeste-sureste, cuando confluyen salen en resaca mar adentro. Lo mismo ocurre si son dos trenes de olas que se encuentran en esas condiciones.
Si vamos a la playa, especialmente cuando no tiene salvavidas en servicio, ni está señalizada, es prudente observar si hay corrientes de retorno, buscar los indicios señalados arriba y evitar ser atrapado en una de ellas. Para la gran mayoría de las personas, no obstante, resultará difícil identificarlas, por lo que conviene hablar con los lugareños, pescadores o gente que la frecuente, a fin de saber dónde podría ser peligrosa.
En los días de tormentas o huracanes aumenta la velocidad de los vientos y consecuentemente la altura de las olas, las corrientes de resaca se intensifican, haciéndose muy peligrosas. Desafiarlas es solo cuestión de expertos.
Los huracanes y tormentas tropicales ocasionan, asimismo, las denominadas oleadas, quizá su nombre más conocido es el del inglés: surge.
Estos fenómenos tienen su fundamento en que poca agua de las olas que llegan a la orilla vuelve al mar u océano porque los vientos huracanados la agolpan en la playa, esto hace subir el nivel del agua y en frecuentes ocasiones, inundan severamente calles, avenidas, casas y propiedades en general.