Las autoridades deben mostrar los estudios que avalen la tercera

Aunque es una apuesta sin ninguna certeza, el Gobierno dominicano decidió iniciar el esquema de la tercera dosis de la vacuna contra la covid-19 y, al hacerlo, se juega el todo por el todo o, ¿quién sabe?, por la nada: sin investigaciones ni conclusiones, solo el tiempo nos dirá si la medida ha sido acertada o no.

El miedo, que se nos ha empotrado en el alma desde que comenzó la pandemia, hará que muchos salgan despavoridos a ponerse esa tercera dosis, que será de una vacuna distinta a las primeras dos.

Tras la aparición de las variantes delta, que se propagan mucho más rápido y son más letales, en muchos países se está discutiendo la pertinencia de la tercera dosis y cuándo debería ser aplicada.

Aún no hay ningún consenso al respecto, por lo que podría ser un tanto apresurado poner la dosis de refuerzo solo un mes después de la segunda dosis de la Sinovac, que es la que casi todos tenemos.

El presidente Luis Abinader dijo ayer que ya se han estudiado las dosis de refuerzo pero será difícil tener claro cuáles son los alcances si nos los ponen al alcance de los ciudadanos.

¿En qué países y con cuántas personas se investigó? ¿Se usó la Sinovac en ese estudio?
Sé que es importante que todos nos vacunemos y, de hecho, fui de las primeras en ponerse las dos vacunas. Con la tercera, sin embargo, tengo mis reservas.

¿Cómo nos aseguramos de que no haya efectos adversos al ponerse dos fórmulas tan disímiles en tan poco tiempo? Honestamente, las autoridades deben explicarlo un poco mejor. Con la rueda de prensa de ayer solo me quedó claro que estamos apostando a ver qué pasa.

Ponerse la nueva un mes después suena demasiado precipitado. Creo que es mejor esperar un poco