La Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), órgano supremo electoral de Perú, no ha terminado el conteo de los votos del proceso electoral del pasado domingo que elegiría el presidente de la nación suramericana, la que tenía como candidatos a la derechista Keiko Fujimori y al izquierdista Pedro Castillo.

Con el 96% de las actas procesadas, Castillo supera con el 50,3% de los votos a Fujimori, quien ha denunciado un “fraude sistemático” en los comicios, pues indicó que ha detectado una serie de irregularidades.

Los resultados preliminares no incluían el área rural, donde Castillo podría resultar favorecido, lo cierto fue que en Perú se vivió una votación altamente polarizada, cuyos resultados definitivos podrían tardar varios días.

Según los sondeos, realizados antes de las elecciones, daban a Castillo ganador con un 50,2%, y el 49,8% para Fujimori, parecido a los otorgados por la ONPE.

La realidad de Perú es inquietante, porque los problemas de corrupción lo han obligado a tener tres presidentes en cuatro años y, a pesar del margen tan estrecho entre estos dos candidatos, los peruanos tendrán al parecer a Castillo como presidente electo.

Esperamos que este margen tan estrecho no dé a lugar a cualquier aventura golpista o anarquista, porque sería aterrador para la región que tiene conflictos como Venezuela y Colombia.

Hasta ahora, ambos candidatos hicieron un llamado de prudencia, tranquilidad y respeto, pero reitero que el margen estrecho puede traer consigo incertidumbre sobre todo de los seguidores de Fujimori. Vamos a esperar que la ONPE concluya el proceso de escrutinio para dar el resultado oficial, mientras los ánimos se caldean en en esa nación.