Para nadie es un secreto la existencia de normativas que respaldan la equidad de género y el derecho a la igualdad en la participación política de hombres y mujeres. Sin embargo, en la República Dominicana, ha sido difícil para la Junta Central Electoral (JCE) lograr que los partidos políticos cumplan con la cuota de género, que establece que no menos del 40% ni más del 60% de los candidatos deben ser de un mismo sexo en las candidaturas a puestos electivos.
Con las elecciones del próximo domingo, será revelador ver en qué lugar quedan las mujeres y cómo avanzamos en el campo de la participación igualitaria. Las cifras actuales muestran una representación dispar en el ámbito político: en la Cámara de Diputados, de un total de 190 diputados, apenas el 24.7% son mujeres (47 de 190). En el Senado, la situación es aún más desafiante, con solo el 12.5% de los escaños ocupados por mujeres (4 de 32). La representación de mujeres en el Parlamento Centroamericano (Parlacen) también es baja, con solo el 20% de los diputados siendo mujeres (4 de 20).
Considerando que el 57% de los votantes en nuestro país son mujeres, su voto es determinante en cualquier tipo de elección. Esta realidad subraya la importancia de la inclusión y representación equitativa de las mujeres en todos los niveles de la política dominicana.
Lamentablemente, los partidos políticos han presentado listas de candidatos que, en numerosas ocasiones, no cumplen con el mandato constitucional, la Ley de Régimen Electoral (20-2023), las resoluciones de la Junta Central Electoral (JCE) y las sentencias del Tribunal Constitucional; e incluso se han extendido plazos para que los partidos regularicen y corrijan sus propuestas de candidaturas, con el fin de cumplir con la cuota de género. Este incumplimiento recurrente es particularmente lamentable, dado que los líderes de los partidos, en su mayoría, cuentan con amplia experiencia en procesos electorales anteriores.
La insistencia de la JCE en exigir el cumplimiento de la cuota de género es, sin duda, un paso positivo y demuestra su voluntad de promover una mayor equidad de género en la política dominicana. Tal como ellos lo han hecho, es fundamental que la ciudadanía y los actores políticos reconozcan la importancia de estas normativas y trabajen activamente para su cumplimiento.
La igualdad de género en la política no solo es un derecho constitucional, sino una necesidad para el desarrollo democrático del país. La inclusión de mujeres en puestos de toma de decisiones aporta diversidad de perspectivas y fortalece la democracia.
Además, en estas elecciones hay muchos temas cruciales sobre la mesa, entre ellos: la ley para erradicar la violencia de género, la licencia de paternidad, la aprobación de las tres causales, entre otras legislaciones indispensables para el avance de la democracia y los derechos humanos. La participación no solo de más mujeres, sino de mujeres comprometidas con el avance de los derechos de todas y todos, contribuye significativamente al empoderamiento de la mujer y a construir una sociedad más justa y democrática.
No podemos ignorar que la resistencia de los partidos a cumplir con la cuota de género refleja un problema más profundo de discriminación y exclusión de las mujeres en el ámbito político. A pesar de las leyes y reglamentos, la mentalidad tradicionalista y patriarcal sigue prevaleciendo en muchas organizaciones políticas. Esto no solo limita las oportunidades para las mujeres, sino que también perpetúa un sistema político desequilibrado y menos representativo.
Lograr el cumplimiento de las normativas que favorecen la representación igualitaria no solo es nuestro deber, también una manera de honrar a tantas mujeres dominicanas que han logrado un notable desarrollo político, económico y profesional, pero que aún enfrentan persistentes barreras en el ejercicio pleno de sus derechos. A pesar de su creciente empoderamiento, las mujeres continúan siendo marginadas en la toma de decisiones políticas, económicas y sociales. Esto tiene que cambiar y las elecciones de este domingo 19 de mayo, sin duda, serán un indicador del camino que nos queda por recorrer y mejorar.