Afortunadamente el presidente Luis Abinader, para no seguir el trillo que trazó el Gobierno del PRD en el 2000, no ha seguido en todos lineamientos el mismo libreto de desarticular la economía con los desaciertos de la política económica y consecuente quiebra de varios bancos que los economistas perredeístas impulsaron al país a una mayor pobreza.
El presidente Abinader descartó el librito perredeísta, aun cuando la mayoría de sus funcionarios provienen de ese sector que no sabe gobernar, sino que saben crear líos administrativos de marca mayor pero llenan los espacios virtuales de informaciones falsas con logros que tan solo figuran en los espacios electrónicos y vienen sazonados y mejor pagados ya que de otra forma no se harían sentir. Solo perturbando y creando falsas verdades es que penetran en el sentir popular.
Por suerte, el presidente Abinader ha mantenido intacto el sector económico encabezado por el Banco Central. Este ha sido, en esta pandemia del covid-19, el salvavidas del país que con sus medidas regulatorias de control y de impacto en la economía logrando sortear con éxito los efectos de la pandemia universal y dejando de lado las locuras que ya quisieran perpetrar los herederos políticos de las tácticas de los perredeistas del 2000. Estos han conformado su disgusto hasta ahora en los lugares donde su accionar no es tan nocivo para la economía.
Afortunadamente, los que estaban opuestos a que el Banco Central se mantuviera sano y robusto, no han podido hacerlo tambalear y eso ha permitido que el Gobierno anuncie con orgullo que su crecimiento este año va a superar el 7%.
Y esto se ve de como ahora con el aumento del petróleo la tasa de cambio esta estable y ya las páginas de los pocos medios escritos se inundan de la promoción navideña amenazada de una falta de mercancías por el embotellamiento de los puertos.
Pero los remanentes perredeístas, que no han modificado sus conductas han tratado de permear algunos estamentos burocráticos llevando el daño de sus costumbres que ya se manifiestan en acciones dolosas que están bajo la mirada celosa de las investigadoras Nuria y Alicia que denuncian con rapidez esos desvíos de un gobierno haciéndole daño a las intenciones de la presidencia de llevar a cabo una administración limpia.
Incluso se nota con preocupación que los esfuerzos anticorrupción han sufrido una parálisis en su ruta de descubrir los grandes actos dolosos cometidos por las anteriores autoridades peledeistas y hasta por algunas de las presentes que ya sacaron las uñas. Es que los esfuerzos de la Procuraduría General se han desviado por la ruta del lavado y el narcotráfico y hacia allá han dirigido sus cañones.
De esa manera la corrupción ya no es tema de primera página sino el combate al narcotráfico el cual esta muy extendido en el país y sin los nombres sonoros de los que son acusados de corruptos.
El narcotráfico trabajaba eficientemente a la sombra y sus tentáculos llegaban hasta los linderos de los corruptos oficiales.
Y se ha demostrado que los fundamentos de sus fortunas estaban podridos por un negocio que si bien mucho más riesgoso que los actos de corrupción podían convertirse en poco tiempo en fortunas que apabullaban las tradicionales de la capital y el Cibao.
Por suerte, el Presidente mantiene intacto el sector económico
La Procuraduría General ha desviado su meta al lavado y el narcotráfico
De manera que la corrupción ya no es tema de portada