Ojalá que en esta ocasión tenga mas suerte con la justicia Juan Hubieres, el Comandante Rebelde que dirige las tropas de Fenatrano, pues hasta ahora sus reiteradas denuncias sobre las mafias que operan en el transporte público de pasajeros han caído en el vacío.
Y aunque el tiempo ha terminado dándole la razón sobre su existencia, nada ha pasado; tal vez porque los gobiernos, y este parece que va por el mismo camino, se han dejado chantajear de esas mafias y su capacidad de perturbar la paz social mediante el uso de la violencia.
Un poder que saben utilizar a conciencia, con el desparpajo de quienes actúan confiados en que sus acciones no tendrán consecuencias, como quedó evidenciado con las pedreas y agresiones a los autobuses que operan en los nuevos corredores que trata de poner en marcha el gobierno.
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Precisamente contra esos corredores acaba de querellarse en la Pepca Juan Hubieres, a la que solicitó, en una denuncia depositada por Secretaría, que investigue la supuesta sobrevaluación de los autobuses adquiridos para operar en las avenidas Winston Churchill, Charles de Gaulle, Núñez de Cáceres y 27 de Febrero.
Según su denuncia, muchos de esos autobuses fueron sobrevaluados entre 20 mil y 40 mil dólares, además de que las licencias para operarlos les habrían sido otorgadas, de manera fraudulenta, a una “mafia” dirigida por el senador y transportista Antonio Marte, presidente de Conatra, y Alfredo Pulinario (Cambita), presidente de Mochotran.
Ahora, con un Ministerio Público independiente, parece que Hubieres espera tener mejor suerte. Y lo mismo puede decirse del Estado dominicano, que siempre ha salido perdiendo en sus negocios con los choferes, que con el paso de los años han devenido en empresarios del transporte a los que sus disfraces de sindicalistas garantizan que recibirán un trato generoso de parte de los gobiernos.