Las memorias documentadas de Tirso Mejía-Ricart

Las memorias documentadas de Tirso Mejía-Ricart

La memoria suele traicionar, por eso en los escritos basados en la memoria aparecen distorsiones de los hechos que conducen al lector a dudar de lo escrito. He vivido la experiencia, con las consiguientes vacilaciones, con algunos autores de memoria, y en situaciones de menor alcance con mis hermanos y amigos con los que he vivido experiencias comunes.

Las memorias de Tirso Mejía-Ricart, fallecido el 3 de julio de 2021, obedecen a otra categoría, ya que su hechura dista mucho de aquellas memorias ricas en fantasía y cuyos autores erigen sus propias estatuas, al mostrarse como héroes mesiánicos.

Ocurre, incuestionablemente, que las memorias de Tirso están enlazadas estrechamente con la vida nacional, como lo indica claramente el título del libro: “Mi vida y nuestra historia contemporánea. Memorias de un actor sobreviviente”. Si bien son memorias, han quedado libres de la exaltación individual, de las posturas que sobredimensionan sujeto y sus hazañas.

Este libro, de 772 páginas, ha sido desarrollado en 10 capítulos y cubre más de medio siglo de vida dominicana, a partir de hechos políticos vividos, y en unos casos sufridos, por el autor. Los elementos que componen el contenido de este libro son historia política, historia académica, historia de los altibajos de la democracia, y el propio autor, sin excluirse de lo expuesto y narrado, condiciona su protagonismo a actos reales que han tenido mucho que ver con nuestra historia.

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Cada capítulo contiene una lista de documentos anexos que evidencian el carácter documental de este libro de memorias y que permiten identificar esta obra como una pieza de apreciable valor para conocer a la República Dominicana del postrujillato, incluidas las dos primeras décadas del siglo XXI. Vale destacar que la séptima década del siglo 20, es decir desde la decapitación de la tiranía en 1961 hasta 1970, es probablemente la más repleta de historia y de sucesos extraordinarios que han dejado marcas en la vida del pueblo dominicano.

Antes de 1961, Tirso Mejía-Ricart se había incorporado a la conspiración contra la dictadura de los Trujillo, con acciones de hecho, no solo en el marco de lo intelectual. Eran acciones amparadas en el sentimiento patriótico y mezcladas con los ímpetus que proporciona la juventud. En todo lo que pasó en los años 60 estuvo el doctor Tirso Mejía-Ricart.

Podían encontrarlo en la conspiración contra el afrentoso Triunvirato que sustituyó al primer Gobierno democrático, tras la caída de la dictadura, que fuera encabezado por el presidente Juan Bosch. Tuvo participación en la revuelta de abril del 1965 que procuraba el retorno de la institucionalidad, y por tanto, la reposición del presidente Bosch. Al mismo tiempo, fue partícipe de primera fila en la destrujillización de la Universidad del Estado, para convertirla en una institución democrática y abierta a todas las clases sociales. Mejía-Ricart fue un ente clave para la redacción de los nuevos estatutos de esa nueva Universidad, conforme a los postulados del Movimiento Renovador.

De este libro puede decirse que se trata de la memoria documentada, no ficticia, ya que el autor compila documentos de interés histórico que quizás reposaban por ahí en cajones y por igual agrega artículos publicados en la prensa que merecen la relevancia de llevarse a la categoría de libro. Desde luego, no podemos negar el papel de la prensa, la escrita, como reservorio de documentos para la historia, pero hay que admitir que los archivos periodísticos se tornan poco amigables para aquellos que no ostentan la vocación y la dedicación para el estudio del pasado. El libro, en cambio, acompaña a las personas a todo lugar, el libro puede fungir de amigo y tenerse donde quiera que uno puede encontrarse.

Fue médico, psicólogo, historiador, profesor y dirigente universitario, legislador y especialista en asuntos de Estado. Publicó 53 libros que el propio autor ha clasificado en cuatro áreas fundamentales. Dieciséis de estas obras pertenecen al campo de salud mental (siquiatría y sicología), ocho libros corresponden al tema de la educación, mientras trece libros se ocupan de asuntos históricos y otros dieciséis versan sobre política.

Se puede considerar que “Mi vida y nuestra historia contemporánea” significa una acción oportuna, porque Tirso Mejía Ricart, fallecido en medio del silencio impuesto por la terrible pandemia de la COVID-19 que azotó a República Dominicana y al mundo durante el 2020 al 2022, no merece sepultarse de mutismo ni de olvido.

Este libro es testimonio de una vida plena y productiva, en lo intelectual, en lo político incluso en lo económico y viene a proclamar que Tirso Mejía-Ricart no puede permanecer en un montón de seres apagados. Justo es valorar el esfuerzo de sus hijos, hermanos y demás parientes para realizar esta publicación, de suma utilidad para mejor conocimiento de la sociedad dominicana del siglo pasado.

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