Millizen Uribe 
Millizen Uribe
La reciente alocución que el presidente de la República, Danilo Medina, dirigió a la población en el marco de la rendición de cuentas estipulada este 27 de febrero, fue uno de los más largos.
Por eso llamó poderosamente mi atención que, con una extensión de 16,859 palabras, el vocablo «mujeres» se mencionara apenas 20 veces, y en un total de 68 páginas, sólo a partir de la número 14.
Ahí, de manera correcta, el mandatario promete priorizar las compras a las mujeres, facilitarle el acceso al mercado laboral y la capacitación técnica en sus puestos de trabajo. Destaca que en el sector turismo, superan la mitad en fuerza laboral (sería interesante ver si la mayoría son mucamas o son gerentes).
Más adelante, en la página 48, cuando lleva más de la mitad de su discurso, es que el Presidente se dispone a mencionar el mal que apenas el año pasado cobró la vida de más de 80 mujeres. Entendió que cinco párrafos bastaban para rendir cuentas y plantear perspectivas de las violencias de género. La realidad apuntala lo contrario.
Sólo del 2005 al 2017 han matado más de mil mujeres. Son miles de huérfanos, de madres enlutadas, de familias destruidas… A esto se suman cadenas de impunidad y revictimización. Por eso, más que ufanarse de una presunta reducción de un 22% en los feminicidios, por respeto a las víctimas, esos minutos de ese discurso, debieron destinarse a rendir cuentas. A mostrar la relación entre estrategias y resultados porque la sospecha legítima es que llevan años sin funcionar como la realidad y la sociedad demandan.
Más que una simple mención del Plan Nacional contra la Violencia de Género, las mujeres merecemos saber de manera concreta y específica cómo el yugo de la muerte dejará de posarse sobre nuestras cabezas sólo por ser mujeres y ser dominicanas.
O de cómo parir dejará de ser una sentencia de muerte para mujeres pobres. Sin embargo, la alta mortalidad materna, también brilló por su ausencia en esta alocución.
Y aunque en los párrafos siguientes, el Presidente habla de cómo las mujeres son las más beneficiarias de Banca Solidaria y Progresando con Solidaridad. A mi entender, más que un logro, es la demostración de que seguimos siendo las más pobres entre las pobres.
Como colofón de su discurso, Medina anuncia que está enfrascado en la paridad de género y para muestra un botón: la licencia de paternidad aumentará de dos a siete días calendario en la administración pública dominicana, iniciativa valiente y loable. Pero ni siquiera esto salva un discurso que fue largo, pero que en reivindicación a la vida, salud y dignidad de las mujeres, todavía se queda corto.
