Aportan ácidos grasos esenciales para el organismo durante la etapa de mayor crecimiento. Las nueces son uno de los alimentos más completos y saludables que existen. Así lo afirman los especialistas en nutrición y lo avalan numerosos estudios que han demostrado que el contenido de estos frutos secos es muy beneficioso para la salud.
Cuando se trata de la alimentación de los jóvenes en la adolescencia, las nueces son una fuente muy recomendable de omega-3, ácidos grasos esenciales para el organismo durante la etapa de máximo crecimiento.
Según la opinión del Grupo español de Estudios en Nutrición y Alimentación (GENA), «la etapa de la adolescencia es un buen momento para aportar esta fuente de omega-3. Además, las nueces son un alimento muy fácil de incorporar a la alimentación de los más jóvenes, por ejemplo en forma de muesli, con pan, yogur, etc. Es muy recomendable añadirlas al desayuno o como merienda, por ejemplo en sustitución de determinada bollería industrial. Constituyen un aporte muy importante de energía para una etapa en la que la actividad física suele ser muy intensa».
Las nueces son una buena fuente de ácidos grasos omega-3, de los que cada vez más son más conocidas sus propiedades beneficiosas para la salud. Estos nutrientes son esenciales para el organismo, ya que éste no puede producirlos por sí mismo y únicamente puede obtenerlos a través de determinados alimentos que los contienen, como el pescado, aceites por ejemplo el de soja y algunos frutos secos, especialmente las nueces.
Las nueces son el fruto seco que más proporción de ácidos grasos poliinsaturados contiene, con cerca de un 40% de su composición. Las nueces contienen, además, vitamina A que ayuda a la formación de los huesos y los dientes, y refuerza las defensas del organismo. Otra de las vitaminas predominantes en la nuez son la vitamina E y el ácido fólico, este último necesario para el crecimiento y desarrollo.
También contienen minerales, como el magnesio, el calcio, el potasio y el fósforo. El calcio es fundamental en el desarrollo de los dientes y los huesos, y el fósforo es ya conocido por sus beneficios en el desarrollo intelectual.
LA IMPORTANCIA DE LOS OMEGA-3
Diversos estudios han demostrado que los omega-3 son fundamentales desde los primeros estadios de la vida, incluso ya desde la alimentación de la madre durante el período de gestación y de lactancia. Estos ácidos grasos contribuyen al desarrollo de las neuronas, del sistema nervioso y de la retina, y cuando son deficitarios pueden provocar problemas visuales y de aprendizaje.