Las Terrenas:
Pueblo de los Pescadores

<STRONG>Las Terrenas:</STRONG> <BR>Pueblo de los Pescadores

Cuando la reputada arquitecta Carmen Guerrero le preguntó a Papón Rey Fermín  qué había en un sitio de la aldea  donde él  construyó su rancho, el viejo y legendario pescador respondió: “Mi casa era esa”. Con su dedo índice señaló la que es hoy la estructura más grande del pueblo, propiedad de un ciudadano español, dueño de un lujoso restaurante.

 “Fui el primero en construir y vivir aquí y luego los demás me siguieron”.

La señora Guerrero le formula otra pregunta a quien tiene el honor de ser el primer pescador que construyó su vivienda en el Pueblo de Pescadores de Las Terrenas. ¿Por qué los pescadores abandonaron la aldea? Papón contestó sin titubeos: “Gobierno local comenzó a amenazar que iban a demoler las estructuras porque ellos estaban en el dominio público, que, según afirmaban era de 60 metros de la línea de Costa. Creo que fue una estrategia para salir de aquí”.

Entonces surgió la interrogante clave del trabajo: ¿Qué piensa que debería pasarle al Pueblo de  Pescadores?. Papón Rey  Fermín, lacónico, respondió con naturalidad: “Para mi es importante que se preserve el pueblo. Es el patrimonio de Las Terrenas, el asentamiento original que se convirtió en las raíces de la moderna Terrenas que vemos ahora”.

Papón nació a pocos metros de la  playa, en Las Terrenas, en el año 1946. Los fragmentos de esta conversación entre la dama y el pescador no forman parte de un guión cinematográfico, sino de un libro: “Reinventing: El Pueblo de los Pescadores”, de la autoría de los arquitectos Carmen  L. Guerrero y Víctor M. Santana. El es profesor de arquitectura en la Universidad de Miami y ella es profesora adjunta en la práctica de la Escuela de Arquitectura de esa Universidad. El arquitecto Luis Sánchez asesoró el proyecto.

El estudio de investigación del “Pueblo de los Pescadores” fue plasmado en la obra de Guerrero y Santana, puesta recientemente a circular en un concurrido acto en Las Terrenas. Participaron empresarios del sector turístico-inmobiliario, arquitectos constructores,  funcionarios del Gobierno y personalidades de la provincia.  La Universidad de Miami patrocinó el proyecto y el curso de verano de varios de sus estudiantes de arquitectura.  El Banco Popular Dominicano auspició la publicación de la obra.

 Una observación de los autores es que en la actualidad, los pescadores no tienen lugar en la aldea. Desaparecieron los ranchos de yagua, cana y zinc. También desapareció el mercado de pescadores, que hace años estaba en el centro del poblado. Quienes se dedican a esta actividad venden su pesca en la playa, en ganchos o ensartas que cuelgan de los árboles de Palma de Coco.

“Actualmente la necesidad de tener un lugar en donde puedan refrigerar y vender el pescado es una prioridad para los pescadores”, reseña la obra de 105 páginas.

Se quiere  reinventar  a  Las Terrenas  “compuesta por 15 millas de playa de arena sin desarrollar frente a lo largo de la costa Atlántica.  La ciudad ha sido víctima de un patrón de crecimiento caótico que niega la zona de playa y el ámbito cívico. Un desarrollo a gran escala ha comprometido no sólo la playa inmediata sino también la integridad  de la estructura vernácula existente de la ciudad junto con la imposibilidad de crear espacios públicos abiertos. Si bien existen algunos proyectos dignos de mención que han honrado las edificaciones  locales tradicionales, la mayoría de las construcciones nuevas reflejan un lenguaje arquitectónico ajeno al lugar y al clima con poca preocupación por los peatones. El estudio identificó los dos sitios primarios en donde el desarrollo urbano moderno ha puesto en peligro la memoria, la historia, la zona de playa y el pueblo de Las Terrenas, como el antiguo pueblo de pescadores y el cementerio de la ciudad. Ambos sitios ofrecen las pruebas más visibles de un desarrollo no estructurado con pobres edificaciones que ha puesto en peligro no sólo los sitios, sino también su conexión con la ciudad, la calle, la playa y la gente. El rápido crecimiento de Las Terrenas ha olvidado los espacios públicos abiertos y parques, el diseño de edificios cívicos, la construcción de aceras para peatones y la apertura de la zona de playa a favor de acomodar el creciente turismo con numerosos hoteles y edificios de apartamentos”. 

Foco de Contaminación Ambiental.

“El río Caño Seco que se encuentra al este del Pueblo de Pescadores se ha convertido en un peligro ambiental. El agua del río se ha contaminado cada vez más debido a que transporta residuos de las calles de la ciudad de Las Terrenas. Esta escoria contamina la playa y el ecosistema . Por esta razón rara vez hay bañistas en la playa frente a la aldea de pescadores. El delta del río se encuentra muy cerca de la aldea de pesca, poniendo así en peligro la higiene general de la aldea y el contexto circundante. Además, las construcciones que rodean el río a ambos lados impiden la posibilidad de paseos peatonales por su proximidad , dejando muy poco espacio para el desbordamiento del agua tras fuertes lluvias”.

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Autores

 Carmen L. Guerrero

Es una arquitecta registrada y profesora adjunta en la práctica de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Miami. Se graduó de Arquitecta en la Universidad de Miami en 1990 y realizó un Máster en Arquitectura en la Universidad de Cornell, en 1994.  Desde el año 2000 ha participado como facultativa y coordinadora del programa de Roma de la Escuela de Arquitectura y ha desarrollado cursos especiales sobre modernismo italiano del siglo XX y la arquitectura contemporánea de Suiza. Sus investigaciones, patrocinadas  por la Universidad, han contribuido a varias exhibiciones en  Italia. 

Víctor M. Santana.

Con más de quince años de experiencia  en Arquitectura y Gerencia de la Construcción, ha trabajado   en una variedad de proyectos de tipo residencial, comercial, industrial  e institucional. Su portafolio incluye proyectos en Florida, Alabama, Washington D.C., Islas Caimán, República Dominicana y las Islas Turcas y Caicos. Graduado de la Universidad de Miami, con un grado  de Bachiller de la Arquitectura en 1993, Víctor es un Arquitecto registrado  y Contratista General Certificado en el Estado de la Florida.

 Desde el año 2006, ha sido profesor en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Miami.

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