No es lo mismo hablar de lo que se piensa hacer de llegarse al poder, que presentar, con datos concretos, lo que se está haciendo. Esa premisa representó la mayor ventaja del presidente y candidato a la reelección, Luis Abinader, frente a sus contrincantes de oposición Abel Martínez y Leonel Fernández. Este adoptó una posición tan relajada frente a las críticas de sus contrincantes que anunció sonriente, al término del debate, que los iba a invitar a cenar.
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Otro elemento explotado, con mesura y elegancia por el primer mandatario, fue el de los 20 años que tuvieron sus adversarios en el poder sin resolver los principales problemas del país y ahora pretenden que en apenas 4 años todos sean completamente resueltos. Dijo que quiere dejar un buen legado al país y que trabaja sin descanso para ello por lo que necesita cuatro años más al frente del Gobierno, reconociendo que faltan muchas cosas por hacer a favor del pueblo.
El debate, organizado por la Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios (ANJE), sienta un buen precedente en el ámbito político dominicano, porque no obstante a que Abel Martínez lucía exaltado y repetitivo, tuvo, en sentido general, un buen desempeño al igual que el expresidente Leonel Fernández.