Fernando Gimeno y María M.Mur
La covid-19 ha supuesto el mazazo definitivo para la década dorada de Latinoamérica (2003-2013), cuyo rédito se ha esfumado con la peor recesión en más de un siglo, y aleja a la región una vez más del salto definitivo al desarrollo, acercándola a un escenario de visos turbulentos, con retrocesos sociales y un incierto panorama político.
En el mundo anterior a la pandemia del Coronavirus, se esperaba que el crecimiento de la región repuntase tenuemente tras cinco años de estancamiento.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) proyectaba que el producto interior bruto (PIB) latinoamericano, que apenas se expandió un 0,1 % en 2019, creciese este año un 1,3 %. Pero la realidad hizo saltar por los aires cualquier predicción, Latinoamérica sufrirá la peor recesión desde que se tienen datos hace 120 años al desplomarse su economía en torno al 8 %, según prevén varios organismos internacionales, y el PIB per cápita caerá un 9,9 % solo este año, hasta niveles de 2010.
“Somos la región que va a tener el mayor impacto económico y el mayor impacto en salud (del mundo en desarrollo)”, explicó a Efe la secretaria ejecutiva de Cepal, Alicia Bárcena, que achaca esto a “los sistemas de bienestar insuficientes y fragmentados” y “una estructura productiva poco diversificada». “Esta crisis va a durar más de lo que todo el mundo hubiera esperado”, agregó la jefa del órgano dependiente de la ONU, que ha elaborado tres posibles escenarios de recuperación.