La novel y atractiva modelo dominicana Laura Reyes, se encuentra saboreando las mieles del éxito, gracias a los impresionantes pasos dados en el competitivo mundo del modelaje; logrando, con apenas un año de carrera, impactar a los gurús de la moda internacional, quienes han sido seducidos por su exquisita piel de ébano, férrea disciplina y exótica belleza. “A los diseñadores y editoriales internacionales les encanta mi color de piel. También les gusta la morfología de mi cuerpo, mi rostro y personalidad”, dice Laura, segura de sí, a pesar de contar con apenas 17 años de edad.
Como una evidente muestra de su meteórica irrupción en las pasarelas internacionales, está el hecho de haber logrado su debut como modelo exclusiva en la importante plaza de Prada, Milán. “Luego pasé a París y desfilé para las marcas Maison Margiela, Loewe, Celine, Maisonvalentino, Stella Maccartney, Sacai Official y la famosa revista parisina Dazed”, aportó.
Una carrera de ensueño que empezó de la mano del talentoso caza talentos Almando Pereyra, quien con su desarrollado sentido artístico vio todo su potencial. “Almando me encontró varías veces saliendo de la escuela y la tercera vez llegó hasta mi casa y hablo con mis padres. Luego me presentó a la agencia Nefer Model Management, dirigida por la reconocida coaching de modelos Nileny Dippton, quien continuó con mi preparación”, detalló Laura quien es la segunda de tres hermanos y vive en el municipio de Santo Domingo Este.
Preparación que le ha permitido seguir llena de optimismo, a pesar de haber sido víctima de algunos comentarios racistas en las redes sociales. “El mundo del siglo 21 no sólo ha fijado las pautas que nos preparará para enfrentar el futuro, sino que también las ha fijado para vivir en el presente. Entre estos parámetros, el racismo no tiene cabida ni justificación. Todos somos iguales y en un mundo de iguales no hay cabida para conceptos caducos y dictados por mentes no actualizadas”, externó.
Comentarios que, evidentemente, no son compartidos por el resto de los dominicanos, ni las prestigiosas agencias internacionales, que tan pronto pase la pandemia, la esperan para realizar importantes trabajos que le seguirán asegurando impresionantes portadas y espectaculares desfiles. “A largo plazo me visualizó realizada como top model internacional y espero poder darle la mano a todas las niñas dominicanas que aspiran esta carrera. Muchas necesitan ayuda en sus inicios por que la mayoría venimos de hogares de muy escasos recursos económicos”, finaliza Laura, cuya madre es operaria en una zona franca y su padre realiza trabajos informales.