La variedad de lechuga que se pueden encontrar en el mercado es inmensa.
La lechuga es una verdura originaria de Asia que se caracteriza por grandes hojas de color verde. Se cultiva en regiones semitempladas, aunque cada vez es mayor su cultivo en invernaderos.
Dependiendo del tipo de lechuga, los bordes de las hojas pueden ser lisos, ondulados o aserrados, y la textura puede variar de más suave a más robusta.
Se dice que existen más de cien variedades de Lactuca sativa (nombre científico) de esta hortaliza en todo el mundo.
Es ideal para preparar ensaladas, cremas, batidos verdes, dips, rollitos… y le aporta frescor y un sabor suave a las preparaciones.
Entre las variedades más consumidas están:
Lechuga romana. Sus hojas son alargadas y crujientes de un verde intenso. Es una de las más conocidas.
Lollo rosso. De origen italiano, tiene hojas muy decorativas, rizadas y ribeteadas de color rojo burdeos y textura suave.
Escarola. De sabor un poco amargo. Se utiliza para ensaladas de invierno. Su hojas son muy dentadas.
Trocadero o francesa. Es redonda de color verde claro. Su textura es suave y combina con todo.
Radicchio. Sus hojas son moradas con nervaduras blancas. De textura firme y crujiente, tiene un sabor ligeramente amargo y picante.
Lechuga hoja de roble. Sus hojas son sabrosas, al ser más dulce que las demás. Tiene un sabor peculiar pero agradable al paladar.
Cogollos de tudela. Es un tipo de lechuga enana. Es tiernas y apretada y tiene hojas fuertes, gruesas y muy rugosas.