Ante la inminencia de una nueva Constitución, propongo que se estudie la ampliación de la democracia y de control del servicio público a fin de que haya tres niveles de participación popular en la legislación y control de los asuntos de interés general.
Las reformas propuestas nunca apuntan a la ampliación de la base democrática del país.
El Gobierno engaña con una nueva Constitución soslayando la convocatoria a las elecciones para una Asamblea Constituyente por lo cual la nueva la Carta Magna nacería viciada por la mentira.
El país debe tener una democracia legislativa de tres pisos.
Debe redistribuirse la forma de los ingresos, de modo que el Ayuntamiento tenga derecho a imponer tributos locales para su sustento y el Gobierno central tenga otros tributos.
Primer nivel: el Municipios, los Ayuntamientos deberán cumplir con las obligaciones de salud, educación, energía eléctrica, recreación, mantenimiento de calles, ornato, diversiones, deportes, en fin, actuar en todas las actividades humanas, para beneficio de la colectividad.
Los Regidores deben ser elegidos por el cinco por ciento de la población del municipio. Ninguna persona podrá ser elegida como Síndico si no ha servido por lo menos durante cuatro años como Regidor.
Segundo nivel: la Diputación Provincial que debe legislar para obtener ingresos con los cuales hacer frente a las necesidades de las provincias en donde no alcanza el Ayuntamiento, más allá del municipio.
Los Diputados Provinciales serán elegidos por el 10 por ciento de la población de su provincia. Ninguna persona podrá ser elegida como Diputado Provincial si no ha servido por lo menos cuatro años como Regidor.
Tercer nivel: el Congreso Nacional cuyas funciones están establecidas en la Constitución.
Ninguna persona podrá ser elegida como Diputado con Congreso Nacional si no ha servido por lo menos un período constitucional completo como Diputado Provincial.
Los Diputados al Congreso Nacional deben ser elegidos para representar el uno por ciento de la población nacional.
Los Senadores deberán ser elegidos para representar el 5 por ciento de la población nacional. Ninguna persona podrá ser elegida Senador si no ha servido por lo menos dos períodos como Diputado Provincial.
Esa sería, como decía el Maestro Juan Bosch, una selección de líderes entre líderes.
Se depuraría la lista de candidatos y el pueblo tendría una mejor información sobre las personas postuladas para puestos públicos, cuál ha sido su conducta, su cumplimiento del deber, honestidad, cumplimiento, propuestas, logros, dedicación al servicio a la comunidad.
Se le pondría un freno a la compra y venta de posiciones electorales y a aquellos que piensan que la política es el ejercicio de poder llegar al Poder para adquirir bienes de fortuna y hacer la acumulación originaria de capitales a través del deservicio y la corrupción.
De esa forma, tamizados por la experiencia y la actuación pública nos ahorraríamos los bochornosos espectáculos del barrilito y el juguetazo.