El ex presidente de la República Dr. Leonel Fernández Reyna está ganando una batalla moral en su ejercicio de la política, ya que entidades de prestigio y líderes de la oposición han cuestionado el proceso de las elecciones primarias. Aun cuando se le impida participar como candidato presidencial en el proceso electoral del 2020, como candidato presidencial, el cuestionamiento al proceso de las primarias va a seguir y a los reclamos de elecciones más trasparentes y menos costosas va a continuar. Algunos, lo más probable es que piensen que Leonel no va ser candidato, yo tengo mis dudas, porque según parece la ley electoral es un adefesio que fue elaborada estableciendo reglamentos que la colocan por encima de la constitución. Nadie crea que el cuestionamiento electoral va a pasar sin ninguna repercusión, porque si así ocurriera, el ganador en las elecciones sería Gonzalo Castillo y entonces a Danilo habría que hacerlo emperador o monarca sin corona; el candidato de su corriente que sería ganador por el uso del poder, por el uso de la fuerza, pese a todo lo que quiera decir para adornar su imagen. Se usó y abusó del poder en la campaña para imponer la candidatura de Gonzalo, no hay duda.
Entonces, Leonel hasta el momento ha sido convertido en la víctima de un fraude electoral. En los períodos que le ha tocado gobernar no exhibió las mejores de las imágenes en el ejercicio de un gobierno democrático y para ser modelo de un Estado del bienestar. Más bien se aferró desde su primer gobierno al modelo neoliberal, por el cual se rigen casi todos los gobiernos del mundo y se ha puesto su diadema con el proceso de globalización que arrancó en los inicios de la década de los 90 con las caídas del socialismo en Europa del Este y del Estado de bienestar en los países hacia el oeste de El Levante.
En el primer gobierno de Leonel una de las peores señales que dio fue la de vender el patrimonio estatal de empresas industriales y de servicios, entre ellas el complejo azucarero llamado CEA, el cual había sido comenzado a desmantelar en el gobierno de Joaquín Amparo Balaguer Ricardo en el año 1987, con el cierre de varios ingenios: Catarey, Montellano, Esperanza y San Luis. Sin embargo, Balaguer usó la estratagema demagógica en las elecciones de 1990 de decir que las empresas (incluía a los ingenios que Bosch decía iba vender) no debían venderse, para pretender restarle votos al PLD. Leonel terminó desmantelando a CORDE, el CEA y Corporación Dominicana de Electricidad (esta última pareció que fue regalada a supuestos inversionistas españoles, pasando a manos privadas la generación o producción de energía eléctrica y el servicio no ha mejorado sustancialmente).
Hubo otros malestares que el Dr. Leonel Fernández Siendo Presidente de la República creó o bien en su gestión se generaron. El asesinato del coronel de la Fuerza Aérea Dominicana Luis Santiago Pérez, retirado como general, por un grupo de lúmpenes vinculados al PLD, fue uno de esos malestares. Se podrá alegar que quien controla a ese tipo de gente, pero que se fue perdiendo la disciplina partidaria en el PLD desde el primer gobierno de Leonel Fernández, lo cual el mismo pudo haber evitado. Otro malestar fue el haber militarizado a la Liga Municipal Dominicana para evitar que el PRD se atrincherara en ella. Quien escribe se sorprendió cuando llegando del Cibao se pudo dar cuenta del bloqueo a la Liga Municipal Dominicana. Se dieron demostraciones en ese primer gobierno de Leonel de que se creía en el poder, en la coerción, en la fuerza, para gobernar; ahora Danilo Medina, rival de Leonel en su mismo partido, un PLD que se había convertido hasta hace unos meses en un gigantesco partido de masas con un jefe de Estado gobernando al país con el control de todos los poderes y tribunales, usa también el poder para avasallar a este último.
La diferencia es que Danilo no ha usado tanto el aparato represivo para enfrentar a los adversarios, pero con la UASD y el Colegio médico no ha tenido reparo para reprimir marchas o piquetes de estas dos entidades, aunque ha dado demostraciones de tolerancia en los casos de la llamada Marcha Verde. En el caso del adversario de su propio partido para enfrentarlo, el Dr. Leonel Fernández, Danilo se valió del uso de recursos materiales para enfrentarlo eso es usar el poder para gobernar y tratar de perpetuarse en el poder, ya que eso es valerse de la fuerza no de la moral. Para los danilistas y su jefe político lo que cuenta no es la voluntad de los súbditos, es decir, los gobernados, que deleguen en él y sus seguidores ser gobernados sin ser coaccionados. Aparentemente es con el chantaje y el dinero como se manejaron las primarias del PLD para que aparecieran las cifras que dan ganador a Gonzalo y perdedor a Leonel.
Danilo calculó mal porque como quiera le irá mal al final, sean cuales sean los resultados de las elecciones del año próximo, lo que se debe a que a pesar de haber pasado por el solio presidencial y de haber logrado reelegirse, no es un político de una dimensión tan grande. No ha dado demostraciones de ser un hombre que vive para la política, que sería el verdadero hombre de Estado. No ha habido tal reforma educativa en el país, los atracos, homicidios y feminicidios aunque se han reducido, todavía son numerosos. El tránsito es un caos, con el aumento del parque vehicular. Un gobierno de Gonzalo no mejoraría esta situación.
Sin embargo, Leonel Fernández, a pesar de todo el historial negativo como gobernante que fue, saldrá revitalizado porque ha sido la víctima del aparente fraude que hubo en las primarias. Acaba de dar unas declaraciones el movimiento cívico Participación Ciudadana en las que tipifica las primarias de que no fueron legítimas, las cuales aparecen en la edición digital del Listín Diario del 2 de noviembre del 2019, a lo que hay que agregar que Max Puig -el líder de la del partido Alianza Por la Democracia- llegó a decir que no le cabía ninguna duda de que las primarias fueron fraudulentas. Cuando Leonel y sus seguidores hicieron vigilias en El Congreso para que no se aprobaran algunas medidas contrarias a los intereses de su grupo, luego de que el grupo Danilista juramentara a Camacho representante o vocero del PLD en una de las cámaras sin que le tomara el juramento Fidelio Despradel, este denunció irregularidades en el proceso. Estas declaraciones no le perjudicaron a Leonel, porque de algún modo él fue víctima, aunque no fuera la intención de Fidelio defenderlo pero sí que se hiciera lo normativo.
Sin embargo, Leonel ha dado muestra de que pretenda retractarse, y si realmente él quiere seguir siendo un jefe de Estado nuevamente o seguir siendo un político importante, debería renegar de lo que ha sido, renegar públicamente del neoliberalismo y plantear una propuesta de gobierno anti-neoliberal.