El bloqueo a Cuba es condenado por la casi totalidad de países del planeta

Los presidentes de los países latinoamericanos y caribeños deben sentirse avergonzados por no exigirle enérgicamente al Gobierno norteamericano deponer el bloqueo impuesto a Cuba por esa nación haber decidido adoptar un régimen socialista con el beneplácito libérrimo de la mayoría de sus ciudadanos y ciudadanas.

El silencio de los gobernantes latinoamericanos ante las inmisericordes, ultrajantes y aplastantes políticas norteamericanas enseña a la juventud del continente que el espíritu patriótico y el sentimiento independentista de los fundadores de nuestras naciones no significa nada.

Sesenta años tiene el pueblo cubano resistiendo solo los embates y el bloqueo comercial que los Estados Unidos le han impuesto para obligarlos a desistir de su soberanía y del derecho que tiene a escoger qué tipo de Estado desea como nación, derecho defendido con denuedo por los libertadores Mariana Grajales, Antonio Maceo, Máximo Gómez, José Martí y Fidel Castro, líder de la pléyade de independentistas de la isla mayor de las Antillas.

El bloqueo a Cuba es condenado por la casi totalidad de países y naciones del planeta; la Asamblea General de las Naciones Unida votó nuevamente una resolución de rechazo. La medida obtuvo esta vez 184 votos favorables, dos en contra (Estados Unidos e Israel) y tres abstenciones (Colombia, Brasil y Ucrania).

Mientras se intenta socavar al régimen cubano incitando los estómagos vacíos por causa del ilegal bloqueo y se produce una alarma sin precedentes por “los derechos humanos en la isla”, en Colombia continúan los asesinatos de activistas sociales y líderes comunitarios que la gran prensa ignora, en Haití mercenarios asesinan al cuestionado presidente Jovenel Moïse, en República Dominicana debaten la corrupción administrativa del pasado y presente Gobierno, Venezuela defiende su Estado con uñas y dientes y Bolivia empieza a recobrar la estabilidad perdida por el golpe de Estado auspiciado y financiado por Estados Unidos con la colaboración activa de la presidencia de la OEA.

Muchos consideran que el clima es nebuloso para América Latina, donde además de los intereses políticos han cobrado mucha importancia los trasiegos de ilícitos de todo tipo: droga, tráfico de armas, lavado de dinero, secuestros, trata de personas, en fin, un entramado de irregularidades que desdicen del interés de los norteamericanos porque termine el desorden que hay en la región que por asunto de geopolítica es de su interés.

Los cubanos tienen más de seis décadas sin poder abastecerse en los mercados internacionales de alimentos, medicinas, reactivos, maquinarias y equipos entre otros cientos de recursos usados en la alimentación, la salud y la economía, sin embargo, su elevado sentimiento patrio, la sagacidad de sus dirigentes y su creencia en el socialismo han hecho posible su milagro.

Hoy Cuba, pese al bloqueo comercial, el boicot y las medidas draconianas de los gobiernos norteamericanos produjo sus vacunas contra la covid 19 y está inmunizando la población de la manera más humanizada que país alguno haya ideado mientras intenta contener la pandemia que ha alcanzado en la presente ola los mayores niveles de contagio y casos letales.

Desafiado su sistema de salud por el covid, asediada por el bloqueo y obligada a encontrar solución a los acuciantes problemas que afectan a la población, Cuba tiene la tradición de resistencia, combate y creatividad necesaria para superar el momento y seguir siendo modelo en la lucha por la independencia, la soberanía y la justicia social.