La violencia machista es un engendro modelado culturalmente
El comportamiento de Alexis Villalona con Ana Arias es una lastimosa conducta culturalmente aprendida por muchos hombres dominicanos y de otras latitudes que sólo cambiará con una reeducación de la sociedad y la familia de manera particular.
La violencia ejercida contra mujeres, niñas, niños y adolescentes deviene de una concepción del poder y ejercicio de autoridad que no reconoce a esos grupos calidad para ejercer ciudadanía soberana. El maltrato a mujeres, niñas, niños, y envejecientes no es cuantificable.
Es un comportamiento abusivo que ocurre en el hogar, fuera de los registros y las estadísticas, y se reproduce con algunas variantes en las relaciones interpersonales. La sociedad se percata del carácter criminal de la violencia contra la mujer cuando ésta termina con la supresión de la vida, con golpeaduras, insultos o burlas públicas que la convierten en acontecimiento notorio.
Mujeres, niñas, niños, adolescentes y personas mayores sufren violencia de las parejas, los propios familiares, de maestros y personas con las que interactúan en la cotidianidad que los expone al poder del más fuerte. Las bofetadas y empujones contra Ana Arias constituyen un hecho grave cometido por Alexis Villalona contra toda la sociedad, aunque para algunos familiares “lo que él hizo no fue nada grave”.