Gooooooool! es un grito que convoca la alegría de unos y la tristeza y frustración de otros en todo el planeta. Toda racionalidad y toda lógica dan paso momentáneo a emociones desbordadas que pueden cambiar el estado de ánimo en individuos, familias y comunidades.
La inmensa maquinaria de la manipulación global sabe cómo utilizar el poder de las emociones colectivas para fines totalmente alejados de la inocencia con la que jugadores, entrenadores y dirigentes de equipos se empeñan en obtener triunfos en el campo de juego.
Los poderes fácticos persiguen Inducir el consumo desmedido, construir percepciones, reformular valores, sembrar ideas y, sobre todo, la admisión como normales, buenos y validos de cánones sociales aberrantes aprovechando el campo fértil de las emociones desbordadas.
La inmensa mayoría de quienes siguen el campeonato Mundial de Futbol en Qatar esta ajena y descuidada del uso político e ideológico de un evento en el que se compite ajeno a las realidades de cada país y región representada.
Aceptación de restricciones por motivos culturales y religiosos, manejo discreto de la corrupción conocida en el otorgamiento de la sede, ausencia absoluta de referencias a la situación de las mujeres y al régimen catarí son parte de la estrategia de “lavado e higienización” que logran las grandes riquezas y que demuestran cuan “poderoso caballero es don dinero”.
Sede comprada, silencio comprado, complicidad comprada.