El 17 de marzo se contaron 48 años del asesinato, en plena juventud y desarrollo intelectual, de Orlando Martínez Howley, periodista ejercitante del oficio en el periódico El Nacional y la Revista Ahora. En sus artículos alzaba su voz en defensa de los derechos humanos, la libertad de prensa, la democracia y la justicia social. Los enfoques de Orlando mantienen una extraordinaria vigencia y representan un modelo de documentada argumentación, pertinente manejo temático, brillante uso del idioma y depurada técnica de redacción. La justicia dominicana tiene una deuda con la sociedad pues no han sido castigados las autoridades militares y policiales comprometidas con la represión y las mezquindades del poder, intolerantes y prevalidas de la prepotencia que nace de la impunidad, quienes ordenaron y planificaron el crimen contra Orlando.
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El 17 de marzo debería ser instituido para conmemorar el heroísmo de los periodistas asesinados por defender la libertad de expresión, el ejercicio cabal y la ética periodística en la República Dominicana. Un día para recordar que el periodismo debe ser ejercido con verticalidad ética y compromiso humano y social. La lista de mártires de la prensa dominicana es larga: basta mencionar, además de a Orlando, a Guido Gil, Gregorio García Castro, Marcelino Vega y a tantos otros.
Por ellos y en sus nombres corresponde dignificar la práctica del periodismo, extrañando a quienes se doblegan ante el poder, se dejan seducir por prebendas o se ofrecen al mejor postor.
¡Honremos a Orlando siguiendo su ejemplo!l