¿Les digo algo?

¿Les digo algo?

Nexcy D´León

Los huracanes y tormentas exponen todas las miserias, debilidades, asimetrías y desorden acumulados en nuestro país que convierten en damnificada social permanente a una proporción significativa de la población.

Todas las cañadas y ríos del país se convirtieron en serpenteantes carreteras ininterrumpidas de basura multicolor, dominada por plásticos de todos los tamaños y formas posibles. Las comunidades reclamaban por los medios de comunicación o a través de las redes sociales que las autoridades acudieran a limpiar las cañadas que ellas mismas contribuyen a llenar de basura.

Humedales y llanuras de inundación ocupadas por barrios completos creados por constructoras formales o producto de ocupantes informales empujados por la pobreza se suman antes, durante y después de cada evento pluviométrico extraordinario, al contingente de afectados que necesitan atención especial de la sociedad y generan un significativo incremento de recursos financieros y humanos demandados.

Más allá de las necesarias y correctas limpiezas de imbornales y recogida extraordinaria de desechos antes de cada evento, o la apresurada limpieza de cañadas, cuando la urgencia no permite disponer adecuadamente lo removido, necesitamos políticas de ordenamiento territorial, recuperación de cuencas; diseño estratégico de calles, alcantarillas y espacios de drenaje y, sobre todo, incorporación de toda la comunidad y de todas las entidades existentes en cada territorio. La prevención tiene que ser permanente, ininterrumpida e integral.

¡Así sea!

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