¿Les digo algo?

¿Les digo algo?

Nexcy D´León

En el mundo el conservadurismo ha resurgido con una fuerza acumulada. Sus posiciones antiderechos e igualdad, desplazadas por las corrientes humanistas, son enarboladas actualmente por grupos retardatarios que solo admiten como válidas sus ideas, que tratan de imponer a todos los demás habitantes del planeta.

La República Dominicana, ubicada en una isla habitada por dos poblaciones, con luchas ingentes, logró organizarse en una sociedad respetuosa de los derechos reconocidos universalmente a los seres humanos y especies vivientes; sin embargo, muchos de los postulados legales que garantizan esas prerrogativas los sectores conservadores que inciden en ella han decidido sustituirlos a través de transformaciones regresivas.

La sociedad dominicana no debe permitir que los avances políticos democráticos que ha establecido les sean conculcados con legislaciones cuyo entramado no se corresponden con los derechos humanos, sociales, políticos, ambientales y de género que amparan la libre y segura convivencia entre las personas.
La población debe prepararse para defender con uñas y dientes las conquistas acumuladas. Resistir el embate de los sectores que atentan contra derechos conquistados con lucha y sacrificios requiere organización, movilización y firmeza. Es una confrontación inevitable que ya está en curso.

El presidente Luis Abinader, elegido por el pueblo dominicano como garante del ejercicio democrático de la sociedad, debe vetar las nuevas leyes aprobadas por el Congreso que contravienen la voluntad popular manifestada a lo largo de su historia.

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