Mary Ely Peña Gratereaux, gestora cultural y promotora de la paz y la sana convivencia de la comunidad dominicana y otras comunidades latinas en Nueva York falleció el lunes pasado en esa ciudad. Mary Ely emigró muy joven a los Estados Unidos. Se radicó en Nueva York donde alcanzó notoriedad entre sus paisanos migrantes y latinos que llegaban a esa ciudad por orientarles y ayudarles a insertarse y a conocer la cultura de un país que era complicado por el idioma, la cultura y el clima. En los años difíciles de la diáspora, en Washington Hight ocurrían frecuentes enfrentamientos entre los inmigrantes latinos, Mary se involucró decididamente junto a otros miembros de la comunidad y las autoridades en la búsqueda deformas y mecanismos de armonizar la convivencia de los diversos sectores. En esos afanes se especializó en mediación comunitaria, conocimientos que utilizó en programas auspiciados por el Estado para pacificar la convivencia de los residentes de Washington Hight, el Bronx y Manhattan, lugares donde se concentraban mayormente los latinos. El trabajo de Mary Ely Peña abarcó publicaciones sobre el impacto del cambio cultural experimentado por los niños dominicanos migrantes a los Estados Unidos, una serie de historias recopiladas bajo el título “Para que no se olvide”.
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Hoy, 4 de noviembre, de 5:00 de la tarde a 8:00 de la noche, en la R.G. Ortiz Funeral Homes, Inc., 4425 Broadway New York, NY 10040, serán expuestos los restos mortales de Mary Ely Peña Gratereaux. De esta noble dominicana hay incontables acciones altruistas y de ejemplar humanismo que su país debe conocer y agradecer por extenderle sus manos a tantas personas cuando lo necesitaron, por su solidaridad