¿Les digo algo?

¿Les digo algo?

Nexcy D´León

La forma de contar, interpretar y valorar los acontecimientos relevantes en el mundo depende de los intereses de los poderes hegemónicos y de los dueños de los medios a través de los cuáles se difunden los mismos. El guión previo asigna roles, ubica actores y define la narrativa, que se refuerza con manipulaciones de los hechos reales o inventados a conveniencia para inducir sentimientos y comportamientos sociales. Durante años las grandes agencias de comunicación han satanizado al yihadismo de Al-Qaeda o el Estado Islámico (ISIS) que antes habían presentado como “luchadores por la libertad”. Amados y armados por Estados Unidos y la OTAN, estos grupos cambian en las portadas mediáticas en función de los intereses del momento. Una rama de Al Qaeda en Siria, Organización para la Liberación del Levante, armada por Israel, Turquía y EEUU, recibe los mejores elogios. Se ha transformado de un yihadismo que cortaba cabezas en un “movimiento de resistencia nacional sirio moderado y favorable a la diversidad”.

En la narrativa actual se explica la diferencia entre yihadismo militante y la loable resistencia nacional islamista. La realidad carece de importancia frente a la abrumante carga de contenidos y sentires que distorsionan todo lo que ocurre y conducen a nuevas prácticas sociales desligadas de humanismo, solidaridad o empatía social.

Recuperar la verdad, la solidaridad y el compromiso con los mejores valores de la humanidad es el desafío que convoca a todas las almas de buena voluntad del planeta.

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