“Esta sociedad al hombre y a la mujer después de sacarles todo el jugo acostumbra a condenarlos al pacto del hambre, humillarlos, arrinconarlos y abandonarlos, y esto no solo es una canallada es peor, esto es una demostración palpable de la estupidez de esta humanidad. A mí, personalmente, siempre me pareció estúpido y criminal el quemar los libros, destruir los archivos, pisotear el conocimiento o despreciar la experiencia, y esto es lo que esta sociedad, es decir nosotros, hacemos cada día con los viejos”, este preámbulo, del poeta español Joan Manuel Serrat, viene a colación por este reportaje que evidencia la realidad de llegar a viejo en la República Dominicana.
Y en ese sentido, el director ejecutivo de Conape, cardiólogo José García Ramírez, afirmó que es muy triste la realidad de la ancianidad dominicana. “Los adultos mayores en este país durante muchos años, posiblemente siglos, han sido postergados y a pesar de que en los últimos tiempos han aparecido los derechos que les corresponde, sin embargo, esos derechos todavía en algunos aspectos brillan por su ausencia”.
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¿Es duro ser viejo en este país?
Sí, es muy duro, “yo soy un hombre de 83 años de edad y he tenido, como todo el mundo, enfermedades que las he puesto en manos de los médicos, digamos que mantengo un buen nivel intelectual de desempeño, practico algunos deportes, lo apropiado a mi edad; en el aspecto cultural tengo acceso a muchas cosas, todavía ejerzo mi profesión de médico, yo te diría que soy un adulto mayor realizado, que es la excepción en este país”.
Además, refirió que uno de sus mayores éxitos en los cuatro años que tiene al frente de esta entidad han sido el de visibilizar los derechos de las personas adultas mayores. “No solamente plasmarlo, sino también luchar para hacerlo realidad cada día porque fuera de esta institución, la República Dominicana no tiene un lugar donde los ancianos puedan ir a llevar sus penas o a pedir las realizaciones de sus derechos”.
A su entender, una de las cosas que más disfruta es cuando puede ver a los ancianos resolviendo parte de sus problemas cotidianos, recibiendo una pensión solidaria, llevándole un poco de dignidad, ayudándolo con sus tareas y responsabilidades diarias.
Aunque con gran desconocimiento por parte de la población, existe la Ley 352-98 sobre protección de la Persona Envejeciente, y el Consejo Nacional de la Persona Envejeciente (Conape), como entidad rectora para la ejecución de las políticas nacionales sobre los envejecientes.
¿Qué se tiene que modificar de esta ley?
De acuerdo con el doctor García Ramírez la ley 352-98 necesita ser actualizada y revisada.
“Hay un proyecto de modificación de la ley que nosotros depositamos en la Cámara de Diputados en 2023 porque la misma no tiene acciones de sanción por las violaciones que se pueden cometer hacia los envejecientes.
Los reportes que el departamento de denuncias y seguimientos de casos del Conape con abusos, injusticias y atropellos son numerosos en contra de una población que “si tuviese más ventajas y menos inconveniente, si el alma se apasionase, el cuerpo se alborotase, y las piernas respondiesen, quizá llegar a viejo sería todo un progreso, un buen remate, un final con beso; en lugar de arrinconarlos en la historia, convertidos en fantasmas con memoria; si no estuviese tan oscuro a la vuelta de la esquina o simplemente si todos entendiésemos que llevamos un viejo encima…”.