El incendio trágico de Beyrouth despertó un levantamiento internacional de asombro, e indignación con fondo de fraternidad hacia el país de Medio Oriente que siempre ha atraído simpatías por su cultura y su gente.
Al recibir la noticia me vino al recuerdo don Simón Haché que conocí en Santiago en los años 80, siendo mi vecino de habitación en el hotel Mercedes.
Con él descubrí el fondo humano e histórico de los descendientes de libaneses asentados en República Dominicana desde los principios del siglo 20
Me hanblaba de su pueblo, de sus costumbres, de sus gentes y se extrañaba que con él compartiera el entusiasmo que los franceses llevamos en el corazón desde la caída del imperio otomano, por ese pais singular y plural, a orillas del Mediterráneo, cuyas tierra de paradojas y maravillas naturales visitamos entre los años 70 y 75, antes del desenlace de la guerra civil de 1975.
Visitar y conocer el Líbano fue una experiencia y vivencia imborrables por la diversidad confesional de convivencia entre católicos maronitas, musulmanes sunitas, judios, protestantes y ateos.Nos maravilló en aquellos años poder en un mismo día penetrar con profundidad la diversidad de culturas, ancladas en la pertenencia espiritual de cada comunidad.
Compartimos nuestras estadías y viajes con compañeros de estudios francófonos cuyas familias vivían en Beyrouth, y poseían una propiedad en las montañas del norte donde pasar fines de semanas y vacaciones largas
Todavía recordamos a un señor mayor, sentado en el patio de su casa en las montañas del Chouf explicándonos el sentido del nombre Líbano, heredado de la lengua semita Lbn que significa leche como referencia a las cimas blancas de nieve de sus cerros.
El Líbano suena y conmueve el corazón de todos los franceses porque es una de las tierras de Oriente que ha desarrollado una gran cultura y educación con los valores de la francidad y esto se puede entender desde el punto de vista histórico pues efectivamente , después de la caída del Imperio Otomano, Francia fue solicitada por la sociedad de las Naciones para contribuir con el desarrollo del Líbano bajo el concepto geopolítico entonces llamado Protectorat.
Este referente es importantísimo para entender y saber leer el gesto inmediato de la presencia del presidente Emmanuel Macron a pocas horas del inesperado incendio del puerto de Beyrouth. El presidente de los franceses, marcó su solidaridad inmediata y su fraternidad con el pueblo libanés, prestando atención a las nuevas generaciones que expresaron radicalmente su oposición frente a la corrupción del poder.
Pero, más allá del campo de intereses geopolíticos, el Líbano le regaló al mundo al poeta Gibran Khalil Gibran que marcó tantas generaciones a partir de los setenta y muchos de nosotros todavía hoy podemos recordar la belleza de su filosofía poética como por ejemplo´´Así como el valor de la vida no está en su superficie, sino en su profundidad,las cosas que vemos no son la corteza, pero si en la semilla y los hombres no son sus rostros , pero sí sus corazones´´.
El líbano nos duele porque es una tierra que recoge en su alma todos los aspectos de la civilización mediterránea, desde los fenicios , cuyas huellas encontramos en las ciudades antiguas de Tyr y Sidon,pero también en el valle de Guadisha, tierra sacra de todos los cristianos maronitas, ancestros de los libaneses que emigraron a nuestra isla y a América Latina.
Esta gran diversidad hizo posible que entre 1960 y 1975, el Libano fuera una tierra de grandes festivales en todas las ramas del arte y de la cultura que convocaron siempre un público internacional.
Debemos tomar en cuenta, que la notoriedad artística y cultural del Líbano se debe a una diáspora aalouf, importantísima , pues está estimada a 15 millones de personas que emigraron Canada, Estados Unidos, Africa del Sur, Francia.
Muchos de ellos constituyen una referencia intelectual y pensante de periodistas, novelistas y poetas que con sus obras y palabras, por armas, han defendido su tierra, como por ejemplo Amin Maalouf,que luego de haber sido reportero para Jeune Afrique, se dedica a su obra literaria a partir de 1993,año de su instalacíón residencial en Paris, logrando ser coronado por el mayor Premio Literario de Francia, Le Prix Goncourt, con su novela histórica Tanios,que narra y evidencia los conflictos religiosos en los montes del siglo 19.
Amin Maalouf lleva en su obra todo el eco de sus orígenes y de la riqueza que inspira ser escritor de lengua francesa , con todo el calor y las metáforas de la cultura yla sensibilidad de la cultura libanesa.Maalouf, con su narrativa, evoca al mundo los estados de ánimo de la migracion, del exilio,de la pérdida de tierra y de la reconstruccion del ser en otros horizontes, es en su novela ´´ Los desorientados´´ que se desliza el Libano de hoy,intenso, profundo,cruel y a la vez intensamente humano.
El título ya encierra una significación etimológica, claro está también sicológica, perder el oriente, perder la ubicación y perder el origen como sucedió a tantos libaneses, esparcidos por el mundo. En esta obra están los que quedaron y está el regreso del que se fue y vuelve pa reencontrarse y en ese reencuentro se impone la ruptura, la conciencia de pérdida del Líbano de la infancia y de la juventud….para encontrarse con un país destrozado por la intolerancia, la radicalización de todos los sectores religiosos y culturales. Aconsejamos esta lectura, que permite penetrar la verdad humana de los libaneses, escrita con fluidez y belleza de una lengua francesa vestido de los perfumes del cedro.
Hoy dia llevamos al Líbano en el corazón , con una sinfonía solidaria con las ansias de la juventud de Beyrouth, por un mundo mejor,compartimos la idea que la paz en el Líbano, puede garantizar la paz de toda esa region geopolítica, tan compleja y dolida.
Queremos reforzar las esperanzas de las nuevas generaciones a través de las voces de los artistas,de los escritores que con firmeza y deteminación como la novelista Diane Mazloum, autora de ´´Beyrouth de noche´´, declaró ´´Quizás que detrás de esta destrucción radical de Beyrouth,tengamos un último chance para cambiar radicalmente´´
Otra escritora, Dima Abdallah, clama por ´´rencar del abismo´´
Pensamos que la solidaridad internacional será fundamental para ese renacimiento, necesario para todo Oriente, pues la tierra de los montes de leche, y de cedro, es la síntesis del abrazo necesario entre la pluralidad y la diversidad, es una apuesta urgente para la paz y el desarrollo de toda la región.
Los libaneses necesitan hoy más qe nunca que sus 15 millones que conforman su diáspora internacional levanten las banderas de la solidaridad y de la fraternidad, sabemos que los dominicanos descendientes del Líbano abrirán un puente con la tierra de sus abuelos y bisabuelos.Tenemos una lata esperanza que se manifieste un puente con el futuro del Líbano.
Los libaneses necesitan hoy más qe nunca que sus 15 millones que conforman su diáspora internacional levanten las banderas de la solidaridad y de la fraternidad