Libertad de prensa en el mundo cae a nivel más bajo en 13 años, según informe

Libertad de prensa en el mundo cae a nivel más bajo en 13 años, según informe

Washington. La libertad de prensa en el mundo cayó en 2016 a su punto más bajo en 13 años con “amenazas sin precedentes” en países hasta ahora “modelo” como EEUU y marcados retrocesos en Polonia, Bolivia, Turquía y Serbia, según el informe anual publicado hoy por la organización independiente Freedom House.  

El declive se debe también al aumento de la represión en los Estados autoritarios y a los movimientos de Rusia y China para tener más influencia fuera de sus fronteras, concluye este estudio que se presenta hoy en el “Newseum” de Washington, el museo de la prensa.

El informe evalúa el grado de libertad de prensa en 199 países y territorios, a los que otorga una puntuación entre el 0 (máxima libertad) y el 100 (mínima), lo que sirve de base para determinar si tienen prensa “libre” (31 % de los países), “parcialmente libre” (36 %), o “no libre” (33 %).

Los diez países y territorios del mundo con menos libertad de prensa son Corea del Norte (con puntuación de 98 sobre 100), Turkmenistán (98), Uzbekistán (95), Crimea (94), Eritrea (94), Cuba (91), Guinea Ecuatorial (91), Azerbaiyán (90), Irán (90) y Siria (90).

La nota media global en libertad de prensa de 2016 fue 49,40, la peor desde 2004, 13 años en los que la situación ha ido en declive informe tras informe con un ligero repunte en 2011 y 2012.

Entre los países que registraron un mayor retroceso en 2016 se encuentran Polonia (6 puntos menos), Turquía (5), Belice (5), Burundi (5), Sudán del Sur (4), Bolivia (4), Serbia (4), Hungría (4), República Democrática del Congo (4) y San Vicente y las Granadinas (4).

En Polonia, la libertad de prensa está en declive por “la intolerancia del Gobierno hacia el periodismo independiente o crítico, una excesiva interferencia policial en el trabajo de los medios y el incremento de la autocensura y la polarización».

En Turquía, el retroceso se debe a “múltiples medidas represivas que siguieron al intento de golpe de Estado del pasado julio”, entre ellas “el aumento de la censura, el cierre de medios críticos, la cancelación masiva de licencias periodísticas y un marcado incremento de detenciones arbitrarias y violencia contra los periodistas».

En Bolivia hubo “severos reveses a la libertad de prensa”, que se sumaron al “gradual deterioro de la pasada década”, debido a que el Gobierno “amenazó con perseguir judicialmente a periodistas críticos».

En el caso de Serbia, la libertad de prensa retrocedió debido a la “intensificación de la campaña del Gobierno para desacreditar a los medios no afines».

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