Por haber sido arrestado sin orden de un juez, fue puesto ayer en libertad “pura y simple” el cubano que el pasado 11 de agosto agredió a un miembro de la Dirección de Tránsito terrestre (Digesett) por haberlo detenido en una vía de esta capital.
Los jueces de la Segunda Sala Penal de la Corte de Apelación argumentaron que la autoridad que detuvo a Julio César Llorente López “debió requerir” una orden de arresto en su contra y no arrestarlo en la forma en que lo hicieron.
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Se recuerda que Llorente López fue detenido por miembros de la Policía cuando llegaba a su residencia en el Ensanche Naco, y llevado al destacamento policial del sector.
Estaba bajo prisión preventiva desde el 16 de agosto.