Las licencias médicas de imputados, defensas o testigos están dando al traste con las audiencias de los grandes casos de corrupción que se ventilan en los tribunales, que se ven obligados a aplazarlas una, dos y hasta tres veces de seguido.
El lunes ocurrió con el juicio de fondo a los imputados en el caso Antipulpo, que debió ser pospuesto para el 2 de septiembre próximo debido a una condición de salud del abogado Luis Ernesto Peña, quien representa a la empresa Domedical Suppli SRL.
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Ayer pasó lo mismo con el juicio de fondo a los imputados en el caso Coral, que debió ser diferido para el 3 de septiembre debido a licenciadas médicas presentadas por dos peritos de la Cámara de Cuentas que serían escuchados como testigos del Ministerio Público.
Son ellos Ledy Paulino, quien está en estado de gestación y Roberto Reyes.
Estos aplazamientos no cuenta a la hora de contabilizar el tiempo de duración de los procesos, según establece la norma.