San Juan.- El líder de la oposición en Puerto Rico y representante único de la isla en el Congreso federal, Pedro Pierluisi, celebró hoy el avance del proyecto “Promesa” en el Senado y dijo que se trata de un texto “imprescindible” para la recuperación económica de la isla.
“El voto de hoy fue un gran éxito, por lo que me siento sumamente satisfecho. Así como lo hizo la Cámara de Representantes federal el pasado 9 de junio, el Senado votó de forma contundente y bipartidista para adelantar ‘Promesa’”, dijo en unas declaraciones escritas.
Con 68 votos a favor y 32 en contra, los senadores federales aprobaron hoy el procedimiento para someter el texto al voto final, un resultado holgado pues se necesitaban 60 votos para ese fin.
De los 54 republicanos en el Senado federal, 36 de ellos (dos terceras partes) votaron a favor; al tiempo que de los 46 demócratas e independientes, 32 (el 70 %) también favorecieron el texto. “Estoy esperanzado de que la votación final será igual o más contundente, dado el hecho de que varios senadores votaron en contra de la moción por razones no relacionadas a ‘Promesa’”, defendió Pierluisi.
En este sentido, reiteró que “es una legislación imperfecta pero indispensable, que constituye la única alternativa real para prevenir el colapso del Gobierno de Puerto Rico, proteger a sus ciudadanos, pensionados y acreedores, y detener la emigración masiva de familias puertorriqueñas” hacia EE.UU.
También es imprescindible, dijo, “para lograr que el Gobierno de Puerto Rico recupere el acceso a los mercados de capital y para crear las condiciones necesarias para que la economía de Puerto Rico vuelva a crecer». “Todo lo que vale la pena hacer requiere mucho sacrificio.
El esfuerzo para que se apruebe ‘Promesa’ ha enfrentado grandes retos, pero ya este vital esfuerzo está llegando a su etapa final”, añadió. Ahora, a la Cámara Alta solo le resta llevar a votación final el texto, que necesita ser aceptado por mayoría simple (al menos 51 votos). Ese escrutinio podría llevarse a cabo hoy o mañana.
Este proyecto establece un marco legal para que Puerto Rico pueda declararse en quiebra y reestructurar el 100 % de su deuda, que supera los 70.000 millones de dólares, a cambio de imponer una junta federal de control fiscal que supervise los movimientos del Gobierno de la isla, entre otras exigencias.