Liderazgo “light”

Liderazgo “light”

Orlando Jorge Villegas

La sociedad dominicana vive una epidemia grave, aparentemente silente, pero visible en todas sus dimensiones, principalmente por las materias que se generan en los medios digitales y otras plataformas de comunicación: una ausencia de contenido con sustancia. Los temas importantes del país son obviados por una importante parte de la clase política, social y empresarial. Es más fácil silenciar antes que caer en la tribuna de comentarios (muchos a veces programados) de las publicaciones de las redes sociales. Ni hablar de manifestar opiniones impopulares, pero tan necesarias para equilibrar la balanza en un mundo caótico, donde el discurso sencillo y políticamente correcto corroen a los protagonistas del sistema.

Da pena ver como algunas personalidades del mundo político carecen de la valentía para asumir los temas que diariamente importan a los ciudadanos dominicanos: la migración ilegal, el tránsito, el alza del dólar, la seguridad ciudadana, entre otros.

La banalidad de las redes sociales ha creado supuestos liderazgos cuya visual es como la espuma: aparente por fuera, pero vacía por dentro. Producto de esto, la línea discursiva de los temas que trascienden en el día a día del dominicano ha quedado en manos de los medios de comunicación, los outsiders, y en menor proporción, en algunos actores políticos que si asumen posiciones ante estas realidades, por más conflictivas que sean, como es el caso del presidente Luis Abinader. De hecho, desde antes de ser Presidente, se caracterizó por ser frontal con sus puntos de vista, y se le conocían sus planes y visión de nación.

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Encarar los problemas ciudadanos y sus soluciones permite entender lo que piensa nuestro liderazgo. Es lo que hace que un proyecto político crezca, orgánicamente. Si Trump no expresara su opinión sobre los ejes temáticos que le preocupan al norteamericano, no hubiese llegado a la Primera Magistratura de ese país. De hecho, es el vivo ejemplo de cómo las opiniones impopulares te ganan respeto, porque ya sean tus seguidores o tus detractores, por lo menos reconocen que en algo se cree y predica.

Reconozco que el día de la manifestación en Friusa, el único funcionario del gobierno del PRM que emitió una posición (impopular pero firme), fue Eduardo Sanz Lovatón, Director General de Aduanas. Después, ni en los centros espiritistas….

Cuando fui candidato a diputado, luego diputado oficialista y precandidato a alcalde en el Distrito Nacional, presenté mis propuestas de políticas públicas y mi visión de ciudad frontalmente. Es lo mínimo que merece el electorado. A mis adversarios momentáneos siempre les reconocí que aún en las diferencias, tenían la capacidad de presentar sus ideas.

No están ajenos a la realidad del liderazgo “light” la clase empresarial dominicana. Ojalá puedan salirse de un aparente letargo y ser participes de los temas que afectan al ciudadano de a pie, y sobre todo, no permitir que el sistema se descalabre por inercia.

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