Esta es una lista de los muebles y efectos personales de la Familia Bosch-Quidiello , levantada por el notario Francisco Sánchez Báez, el 28 de septiembre de 1963, tres días después del golpe de Estado.
– Una mesa de metal de hierro con tope de vidrio y seis sillas
– Dos mesas más del mismo material
– Dos mamparas, una de tela, otra de pajilla con marcos de madera una alfombra de guano
– Dos alfombras de algodón, un juego de muebles de ratán acojinados color verde, compuesto de cuatro butacas y dos mesas
– Una televisión Admiral con pantalla de veintiuna pulgadas
– Una consola color crema, una lámpara de pie de bambú
– Un adorno de pared con motivos indígenas
– Dos juegos de muebles estilos danés acojinados color caoba, compuestos de siete sillones y cuatro mesas
– Dos lámparas de sala, una con pantalla de cabuya y una de cartón
– Siete cuadros ornamentales y una Virgen de la Altagracia
– Dos camitas gemelas de madera americana pintadas de gris con sendos colchones
– Dos camitas sin espaldar con sus colchones
– Cuatro mecedoras de madera simulando bambú o pajilla
– Un archivador de metal color gris de dos gavetas
– Una máquina de escribir Underwood Five, color gris
– Un escritorio de playwood y formica con sillón forrado de cuero color negro, un tintero de mármol con dos plumas fuentes
– Una lámpara de mesa con base de metal y tubo de vidrio
– Un cuadro holográfico del señor Juan Bosch y varias fotografías del mismo
– Un escudo nacional labrado de caoba
– Un cofre de caoba
– Una mesita para teléfono de caoba
– Tres tomos de la obra «Tres años de Gobierno Democrático», por Rómulo Betancourt
– Ciento setenta y dos volúmenes de libros y revistas diversos
– Dos ídolos de madera
– Una grabadora -Un cenicero de mármol blanco
– Un cortapapel y una tijera cromados
– Un cofre de madera forrado de metal
-Tres floreros
– Trece ceniceros
Los muebles y efectos descritos precedentemente, según declaración de la señora Carmen Quidiello de Bosch, son propiedad de ella y de su esposo, señor Juan Bosch, y que muchos de estos muebles han sido adquiridos en ventas a plazos y serán devueltos a los vendedores correspondientes por no haber sido pagados en su totalidad.
Así vivió y así también murió a los 91 años. Es el ejemplo vigente de un presidente que dijo en su carta desde la prisión en Palacio:
«En siete meses de gobierno no hemos derramado una gota de sangre ni hemos ordenado una tortura ni hemos aceptado que un centavo del pueblo fuera a parar a manos de ladrones (…) Los hombres pueden caer pero los principios no».