Para recuperar las pérdidas que ha tenido la industria turística a raíz de las medidas adoptadas para frenar el COVID-19, se requiere un esfuerzo colectivo de todos los sectores. En este planteamiento coincidieron los participantes del panel virtual “Reapertura del Turismo: Experiencia en los hoteles, aeropuertos y restaurantes de los diferentes polos del país”, que organizó la Cámara Americana de Comercio de la República Dominicana (AMCHAMDR).
Andrés Marranzini, vicepresidente ejecutivo de Asonahores, planteó que se debe fortalecer la información y comunicación de los protocolos sanitarios, así como implementar estrategias para promover el destino en los países emisores y lograr la reapertura en aquellos países que mantienen sus fronteras cerradas con la República Dominicana.
Marranzini insistió en que el sector turístico dominicano cuenta con la suficiente resiliencia para superar esta situación, debido a su nivel de interconectividad que le permite tener conexión con distintas rutas aéreas y su capacidad sanitaria en los principales polos turísticos.
Mientras que Francesca Rainieri, vicepresidente del Grupo Puntacana, entiende que para que el turismo renazca a los niveles que solía exhibir la industria previo a la pandemia, se requiere una alineación entre los sectores público y privado en la implementación y manejo de medidas para dar claridad y confianza a los viajeros, así como también destacar las ventajas competitivas del país.
Rainieri estimó en RD$8,000 mil millones de pesos aproximadamente las pérdidas que tuvo en Estado dominicano en tarifas directas de tasas aeroportuarias, debido al cierre de las fronteras producido entre el 19 de marzo y 30 de junio. En ese sentido, vaticinó que será en 2023 cuando la industria aérea recobre el dinamismo que ostentaba en 2019.
Para Julio Heinsen, vicepresidente de la Asociación de Líneas Aéreas, el éxito del reinicio de las operaciones del transporte aéreo radicará en establecer la confianza en la seguridad sanitaria del destino, por lo que entiende que en el país se deben comunicar oportunamente las políticas implementadas para generar confianza en los viajeros.
Además, señala que se debe aplicar un protocolo actualizado, extender las facilidades financieras a las líneas aéreas, trabajar de forma unificada entre los sectores público y privado y diseñar un plan estratégico puntual de relanzamiento del destino para dinamizar el sector aéreo durante la coyuntura actual de la pandemia.
Al ser cuestionado sobre la seguridad de viajar en los aviones, Heinsen hizo énfasis en la higienización frecuente y profunda de las cabinas de los aviones. “Viajar en avión es más seguro que ir a un supermercado, ya que el aire se reemplaza cada dos a tres minutos y los filtros HEPA de aire en los aviones capturan más del 99.9% de las bacterias”, puntualizó.
José Natalio Redondo, vicepresidente del Clúster Turístico de Puerto Plata y presidente de la Asociación de Hoteles de la Costa Norte, entiende que se deben fomentar las alianzas público-privadas para relanzar los distintos polos turísticos.
«La meta a corto plazo es desarrollar un programa bien integrado de promoción del destino con un enfoque primario en la seguridad sanitaria y resaltando las condiciones de espacios con poca contaminación y poco riesgo de contagio», dijo Redondo.
El panel virtual, moderado por Juan Velázquez, vicepresidente y administrador de Costasur, abordó las experiencias, oportunidades de mejoras en los diferentes polos del país tras la reapertura del turismo, específicamente en cuando a la evaluación de protocolos implementados en hoteles, aeropuertos y restaurantes y su impacto económico en los diferentes polos del país.