Hasta ahora la posición de las autoridades monetarias y financieras del país ha sido la de guardar distancia de las monedas digitales y lo han hecho muy bien en ausencia de un marco regulatorio para esos medios de pagos virtuales.
Pero esto no significa, de ninguna manera, que las autoridades se mantengan al margen de lo que parece ser un proceso irreversible hacia la regulación y, consecuentemente, adopción de las monedas digitales en cada vez mayor número de países.
Y con la llegada del nuevo Gobierno de Donald Trump en Estados Unidos, se impone que nos enfoquemos en estudiar a profundidad el tema para adoptar la regulación que corresponde a fin de que podamos hacer frente a este desafío, de manera que no nos quedemos fuera del mercado de las criptos, que todo apunta a que crecerá con la nueva administración de Trump.
A finales de 2022 el gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu,, había informado que la autoridad monetaria estaba trabajando, junto con otros bancos centrales, para profundizar el análisis del impacto monetario y funcionalidad de los esquemas de uso y comercialización de las monedas digitales, con miras a la posibilidad de que el BC puede emitir una moneda digital.
Y ha llegado el momento en que debemos estar preparados para enfrentar ese desafío, sobre todo después de que el recién estrenado presidente Donald Trump decidió designar a Paul Atkins, conocido por su postura proactiva hacia los activos digitales, como jefe de la Comisión de Bolsa y Valores (SEC).
A partir de entonces han crecido los informes que dan cuenta de que Trump se propone adoptar medidas que impulsarían el mercado de las criptos.